Sin caer en el pecado del que se quiere mostrar optimista por sensación, aunque todos los hechos indiquen lo malo de una situación, sí hay un punto rescatable de la nuevamente horrible jornada de ayer en nuestro recinto: esto es la detención en la generación de mayor volumen, que había dado un salto en la fecha previa, y un retroceder desde los $ 14 millones de efectivo a los $ 11 millones que se consumieron en la víspera.
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Primera señal de una posición de trincheras que se quieren empezar a cavar, al menos para dar indicios de un mercado que posee vida presente y contrapartida en algún nivel de pisos próximos a éstos. Igualmente malo el «serrucho» siniestro, de amplios dientes, donde en solamente unas ruedas se perdió más de 15% de los valores del mes anterior.
Ayer se sumó un rebaje de 3,6% en el Merval clásico, pero que se extendió a un durísimo 5,2% -casi dos puntos más-para la nómina que excluye a las españolas. La suba estoica de PC con aumento de 1% se derritió frente a la caída de la otra torre de nuestra plaza: grupo Galicia cayendo en más de 6%. Siderar y su casi 10% de merma resultó el punto más crudo de la nueva rueda negativa, dentro de un ambiente que no reconoce límites todavía, si bien con un adelgazarse de presiones vendedoras. Si esto logra cerrar más las filas hoy acaso haya más equilibro.
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