López Murphy tras auditores de gestión en todos los ministerios

Un reguero de pólvora recorrió ayer al gabinete de Fernando de la Rúa al conocerse la intención de Ricardo López Murphy de zarandear el organigrama de los ministerios y colocar un número aún no preciso de interventores o auditores de la gestión de cada ministro. El nuevo jefe de Economía logró del propio Presidente la cesión de un puesto en cada ministerio para que actúen como sus delegados auditores. Es la forma, le explicó el ministro al Presidente el domingo en Olivos, para lograr que se cumplan los planes de reducción del gasto y de aplicación más sensata de los recursos.

Atentos a este proyecto, no faltaron ministros y secretarios que ya ayer se declarasen intervenidos por el nuevo ministro. Patricia Bullrich, por ejemplo, recordó que el secretario de Seguridad Social, Jorge Sanmartino, es hombre de López Murphy. Antonio Berhongaray rescató la tarea que cumplen delegados del nuevo ministro, procedentes de FIEL, en la secretaría de Agricultura. Con menos convicción Adalberto Rodríguez Giavarini rescató la tarea que cumple en la embajada de Montevideo el jefe político del nuevo ministro, Juan Manuel Casella. Ni qué decir que Horacio Jaunarena mantendrá a la actual segunda línea, los secretarios Angel Tello o José María Lladós, que fueron llevados allí por el nuevo ministro de Economía, pero que no les habilitó el traslado desde Defensa.

Este plan hace temblar a todos los ministros pero especialmente de las segundas líneas (padrón donde se producirán las vacantes para permitir el ingreso de esos delegados) ante la amenaza de que López Murphy termine convirtiéndose en un superministro con los mismos fueros de primus inter pares que tuvo Domingo Cavallo cuando era ministro de Carlos Menem.

Sueño

Esto es así tanto como que el modelo es el mismo. El Cavallo «pac man» de los años 1991-1995 ha sido el sueño de todo político o funcionario. En ese tiempo el candidato hoy a reemplazar a Pedro Pou había logrado de su presidente todos los superpoderes imaginables para un ministro en emergencia de guerra. El escenario en que había asumido en marzo de 1991 en reemplazo de Antonio Erman González y el efecto riqueza que siguió a la convertibilidad le dieron a Cavallo la herramienta para reclamar que cada ministerio le designase gente propia (en general cordobeses pura sangre) para controlar las cuentas en cada ministerio.

López Murphy ha explicado durante toda la jornada en Olivos el domingo pasado su condición de que el gobierno unifique los criterios en el sentido de que todos los funcionarios por lo menos aparenten tirar para el mismo lado. Otra condición es que los planes y compromisos que el gobierno logra, a veces con esfuerzo y altos costos políticos, se cumplan en la realidad. Para eso nada mejor que tener gente en cada ministerio, como los tenía Cavallo en su época de oro, para que obren de comisarios propios bajo cada ministro. Es lo que hacía, por caso, un Juan Antonio Zapata en el Ministerio del Interior para negociar en nombre de Cavallo, pero bajo otro ministro, con las provincias.

En el nuevo gabinete que De la Rúa piensa rearmar en cámara lenta está ya anunciada la salida de tres hombres que manejan fondos y que son candidatos a senadores de sus provincias, el secretario de Provincias Walter Cevallos (San Luis), el de Municipios ( Rubén Marti, Córdoba) y el de Acción Social ( Gerardo Morales, Jujuy). Esos tres lugares les serán concedidos a gente de López Murphy para controlar el codiciado flujo de ATN, subsidios a municipios, pensiones y bolsones de comida. No son los únicos ya que López Murphy reclama una persona en Educación que ponga la lupa sobre el gasto en las universidades y el plan social educativo, una oficina de compra de útiles con destino a escuelas pobres del interior. Busca gente en Acción Social para frenar el by pass que impide que llegue el total de lo asignado a sus verdaderos destinatarios. No está tan interesado en poner gente en la Cancillería; no quiere chocar con Giavarini que tiene asignado ese coto a los profesionales de la casa.