5 de octubre 2001 - 00:00

Los economistas advierten: la devaluación es la peor decisión

Las versiones sobre devaluación que circularon intensamente ayer en los mercados generaron la inmediata reacción de los economistas, que salieron a advertir de los enormes costos económicos y sociales que generaría una eventual salida de la convertibilidad. Todos coincidieron en que los más perjudicados de una medida como ésta serían los asalariados, que verán licuar sus ingresos, y el Estado, que mantiene la mayor parte de su deuda en dólares y recauda en moneda local. Las siguientes fueron las principales declaraciones.

RUDIGER DORNBUSCH (economista)

Es esencial que la Argentina mantenga la paridad uno a uno, pues una devaluación, haría las cosas infinitamente peores. El error argentino fue que durante el segundo período presidencial de Carlos Menem se detuvieron las reformas, y si a eso se suma el catastrófico gobierno de De la Rúa, ahí tenemos las condiciones que llevaron al estado de miseria actual.

El ministro de Economía, Domingo Cavallo, fue convocado al gobierno para apagar incendios. Cavallo y su equipo son como los bomberos apagando los incendios en las Torres Gemelas de Nueva York. Pero esto no es suficiente para diluir el déficit que dejaron años de mal manejo. Todo el mundo entiende que la deuda argentina no puede ser pagada, pero en este momento el FMI no tiene tiempo para buscar una solución a esa situación.

CARLOS RODRIGUEZ
(CEMA)

Si acá hubiera una devaluación sería una consecuencia del fracaso de las políticas activas e intervencionistas de los dos años de la Alianza que debilitó lo que fue una de las monedas más fuertes del mundo. Pero el costo sería muy alto. Una devaluación te licua los salarios reales, los depósitos en pesos, los que deben a los bancos en dólares van a tener problemas. Además, la recaudación del gobierno esta en pesos y la mayor parte de la deuda pública es en dólares. Lo único que va a quedar pegado al peso son los salarios. No se sabe qué puede llegar a pasar ante una devaluación, pero puede terminar derivando en una dolarización. Pero una dolarización en un momento como éste no es recomendable.

ROQUE FERNANDEZ
(ex ministro de Economía)

La consecuencia más inmediata de una devaluación será una considerable reducción del poder adquisitivo, algo que es meterle la mano en el bolsillo a la gente. Si eso sucede, los políticos le van a echar la culpa al mercado, porque cuando floten el tipo de cambio y por ejemplo los salarios de 300 pasen a 100 pesos, los Terragno y compañía van a decir que son los mercados y no ellos los que han provocado esta situación.

Los argentinos tienen que tener un poco de paciencia, no hay que desesperarse, porque el país siempre ha salido de estos ciclos recesivos. Sufrimos una crisis muy profunda, pero vamos a poder salir.

CAMILO TISCORNIA
(Ferreres & Asoc.)

Una devaluación no sirve para nada. Para que una devaluación pudiera ser exitosa me debiera permitir salir de la recesión o resolver los problemas financieros y ninguna de esas dos cosas se resuelven saliendo de la convertibilidad. Lo único que va a generar es una reducción de los salarios reales en el sector privado y en el sector público que ayudarían a reducir el déficit. Aunque como la recaudación está en pesos el efecto neto es incierto. Pero lograr que una devaluación nominal se convierta en devaluación real es poco probable. Nosotros hicimos una simulación donde una devaluación de 60% generaría en el primer año una caída de entre 7% y 8% en el PBI.

JAIME VALDIVIA (Morgan Stanley)

La Argentina puede salir de la convertibilidad, pero con políticas económicas adecuadas que permitan que el peso flote libremente frente al dólar. La economía no puede reactivarse por los serios desequilibrios de los precios relativos, y por eso creo que hay que salir de la convertibilidad. Si se aplicaran las políticas económicas adecuadas y se dejara flotar su moneda, el dólar no necesariamente se iría a dos, tres o cuatro pesos, que es el miedo que tiene la gente. No hay que tenerle miedo a que la moneda flote, porque si la política económica se mueve en la dirección correcta, el peso se va a estabilizar.

MANUEL SOLANET
(INFUPA)

Quienes proponen la devaluación o la cesación de pagos son apocalípticos, porque ambas alternativas agravan la recesión. Conocemos lo que es la hiperinflación y si salimos de la convertibilidad, sobre todo si lo hiciéramos a través de una devaluación, o una flotación, volveríamos a la hiperinflación. La convertibilidad puede ser sostenida siempre que el gobierno no utilice las reservas.

MARIO VICENS (ex secretario de Hacienda)

Una devaluación complicaría y profundizaría aun más los problemas que enfrenta la Argentina, y los que plantean esta medida no están midiendo las consecuencias. Me da la sensación de que no todo el mundo tiene esta visión, hay muchos intereses sectoriales, hay algunos intereses políticos favoreciendo este tipo de salida y, obviamente, esto se manifiesta en la opinión pública. Los que reclaman que el peso se devalúe, se olvidan que 97% de la deuda pública argentina se encuentra nominada en moneda extranjera. Por eso, una devaluación llevaría a un aumento proporcional de las necesidades financieras y del déficit o de la carga de intereses que tienen las cuentas públicas y, por otro lado, todos sabemos que se generaría una huida de capitales que haría todavía más profunda la recesión. Creo que estamos empezando a vivir toda la tensión que genera la competencia electoral. No hay ninguna propuesta, excepto alguna que corresponde en realidad a los candidatos de Acción por la República, que están defendiendo lo que es el programa político del gobierno.

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