Por sobre todo, la jornada de ayer dejó un mal gusto en la boca. No por la variación de los precios, ya que si bien el Dow cerró el día con una merma de 0,12% en 8.836,56 puntos (el NASDAQ retrocedió 1,22%) es claro que así como baja, en algún momento habrá de subir, sino por la caída en el interés de los inversores. Algunos trataron de achacarlo todo a la incertidumbre que generaba la decisión que anunciará en pocas horas el Comité Abierto de la Reserva Federal respecto a los "objetivos" de tasa que utiliza para controlar la inflación y estimular la economía. Si bien es cierto que hay alguna incertidumbre acerca de si se optará por 25 o 50 puntos básicos de recorte, y que en los últimos tiempos se está viendo algo así como una tendencia a reducir los volúmenes negociados el día previo al anuncio, ninguno de estos dos factores alcanzan a explicar por qué apenas se operaron 1.171 millones de papeles en mercado tradicional y 1.492 millones en el mercado electrónico. Estamos hablando de una caída de más de 31% frente a lo comprado y vendido el lunes pasado y de 28% frente a lo que se tranzó el viernes. Más que con la Fed el fenómeno parece estar vinculado con el cambio de carteras de fin del trimestre pasado y el tradicional "window dressing". Si es así, aun cuando hoy es dable esperar que estos números mejoren, no es mucho lo que hay que esperar. En este sentido el anuncio de la gente de Morgan Stanley dejando cesante a 200 empleados de la sección de banca de inversión parece apropiada, aunque para algunos es la campana de largada de más despidos en otras empresas financieras. Si bien es posible afirmar que la de ayer fue una rueda "volátil" lo cierto es que la volatilidad estuvo acotada únicamente a la zona perdedora, viviéndose lo peor del día a las 11 de la mañana cuando el Promedio Industrial perdía 1,3%, el NASDAQ 2,7%, y la multitud de informes de las principales casas bursátiles reduciendo expectativas de ganancias a empresas de todo tipo se sentía más. Para las dos de la tarde las blue chips raspaban la línea ganadora, luego volvían a retroceder, y si bien en los últimos minutos treparon abruptamente no pudieron evitar que la jornada terminara negativa. Con los futuros de tasas adelantando ayer un recorte de 50 p.b. y la tasa de 10 años bajando a 4,551%, es mejor no apostar demasiado al movimiento que tenderá el mercado a las 15.15. Hasta ahora las reducciones impositivas y la caída de tasas sólo parecen estar reflejándose en un incremento de los ahorros de los consumidores, y no en mayores gastos que impulsen la economía.
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