16 de octubre 2001 - 00:00

Mercado amargo y de tono ausente

Mercado amargo y de tono ausente
Estando allí, en su habitual horario completo, el mercado bursátil local es como si no hubiera estado. Al menos, como si no se hubieran enchufado las computadoras ni encendido las luces de los operadores, dejando a una serie de personas -no muchas-deambulando entre el piso operativo y las adyacencias al recinto. Una suerte de «día de guardar», acurrucados los indicadores y sin volatilidad alguna. Los extremos de Merval se movieron en un rango de «229» de mínimo, tocando «233» de máximo y cerrando en algo más de «231», para su nómina clásica.

Esto dejó saldo de 0,6 por ciento en baja, dentro de una fecha que estuvo plena de autitos chocadores, porque así como se veían chaturas en Wall Street, crecía Brasil 5 por ciento, México derrapaba 3 por ciento y nuestra plaza hacía un cóctel de todos: para dar a luz un híbrido poco conducente y solamente para pasar el trago del día postelectoral.

Impugnados

Para estar a tono, el sector accionario lució como «impugnado» (o en blanco), resultando también aquí el verdadero ganador de la fecha. Lo poco que se movió lo hizo dentro de un caudal total de apenas unos 6 millones de pesos de efectivo, destacando dos clásicas del resto, por su salida de marco: por las bajas, la de Acíndar y 5 por ciento.

Por las mejoras, lo de Molinos Río y su algo más de 3 por ciento. Jornada gris, adentro y afuera, obviable. Pero tranquila y resignada en su fondo (como quien viera llover y sabe que debe esperar).

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