Otro fallo de Griesa contra Argentina: ¿se convertirá en cadena?
En Nueva York comenzaron a dispararse los fallos contra la Argentina por el default. Trascendió una reciente resolución del juez Griesa en este sentido por bonos impagos por más de u$s 30 millones. ¿Cómo afecta esto? En el corto plazo, en nada, dado que no existen activos del país en condiciones de ser embargados. Pero en la medida en que se acumulen las sentencias en contra, no será tan fácil la cuestión. Primero, porque en algún momento, tarde o temprano, se deberá intentar poner en regla 100% de la deuda caída en default. Después, porque la situación actual de eludir eventuales embargos (por ejemplo, no emitiendo deuda en los mercados internacionales, algo que sería más barato) no es sostenible en el tiempo.
El juez de la Corte de Nueva York, Thomas P. Griesa, falló en contra de la Argentina en una demanda que Banca Arner le había iniciado. Este es uno de los tantos casos que se encuentran en las cortes norteamericanas donde los inversores quieren recuperar el total de su capital que fue declarado en default en 2002. El fallo, que fue dictado el 11 de enero y al que tuvo acceso este diario, sentencia al país a pagar un total de u$s 37 millones. Dicho monto incluye el capital más los intereses no cobrados desde abril de 2002. Griesa también le ordena a Banca Arner a no negociar lo que deberá cobrar de la Argentina sin la previa autorización de ese tribunal.
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Este diario ya había anticipado hace 20 días que había un claro cambio de actitud del juez Griesa contra la Argentina en los juicios que plantearon los bonistas por la cesación de pagos. Es que habiendo transcurrido cinco años de la declaración del default pocos avances había efectuado el gobierno por lograr un acuerdo con 100% de la deuda en default. «Hubo una reunión en diciembre en la que abogados de bonistas plantearon su postura sobre la demora en que estaban surgiendo fallos contra la Argentina por el default. Griesa escuchó a las dos partes y prometió más definiciones en el corto plazo», aseguró a este diario una fuente con acceso a las audiencias que se celebran en Nueva York.
Es que más allá de la amplia adhesión lograda en la oferta de canje cerrada en marzo de 2005, desde entonces no hubo ningún tipo de avance sobre el tema. Las acciones de los abogados de la Argentina cumplieron su objetivo: demorar lo máximo posible las sentencias de Griesa sobre los bonos en default con pedidos y artilugios legales. Pero, por lo arriba mencionado, da la sensación de que se está en presencia de un cambio que derivaría en una serie de condenas contra el país por parte de Griesa.
Por el momento, las implicancias de estas resoluciones de Griesa no tienen impacto ya que no existen activos argentinos en condiciones de ser embargados en Estados Unidos. Lo único que pudieron capturar los fondos buitre en su momento fueron los u$s 105 millones de las reservas internacionales del Banco Central cuando a fin de diciembre de 2005 se giró al Fondo Monetario para cancelar toda la deuda existente. Tras más de un año de embargo, la Cámara de Apelaciones dictaminó a favor del país considerando que, al tratarse de reservas de la Argentina, no estaban en condiciones de ser embargadas.
Pero en la medida en que avancen los fallos contra el país, más complicado será lograr un rápido acuerdo por 100% del total de la deuda en default. Obviamente no está en los planes del gobierno antes de las elecciones presidenciales de octubre reabrir una oferta a bonistas aún en peores condiciones que la ya efectuada. La única acción oficial sobre la deuda impaga está centrada en la restructuración de la incluida en el Club de París, en la que en teoría ya debería haberse efectuado una oferta, pero que está siendo demorada. La razón: el gobierno optó por privilegiar a España por el préstamo otorgado en el marco del fallido «blindaje» de enero de 2001 frente al resto de las naciones acreedoras, lo que es algo inusual y en definitiva requiere de mayores gestiones para su aprobación.
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