La economía brasileña cerró el año pasado con un crecimiento del 0,9%, el peor resultado desde 2009, según anunció el gobierno. El resultado, dado a conocer por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), supone una fuerte caída frente a la expansión del 2,7% del PBI lograda en 2011, y la expansión del 7,5% de 2010.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
El desempeño del PBI en 2012 refleja el modesto efecto de la lluvia de medidas de incentivo a la economía dictadas por el gobierno de Dilma Rousseff, que bajó la tasa de interés a un mínimo histórico del 7,25% al año y recortó los impuestos sobre consumo y los cargos laborales.
El crecimiento brasileño de 2012 totalizó 4,4 billones de reales (unos u$s 2,2 billones, al tipo de cambio actual), mientras que el PBI per cápita sumó el equivalente a unos u$s 11.200, agregó el informe divulgado en Río de Janeiro.
Según el IBGE, la modesta expansión del PIB el año pasado ocurrió gracias al crecimiento del 1,7% en el sector de servicios, ya que hubo retracción tanto en la producción industrial (un 0,8%) como en la agroganadería (un 2,7%). El informe estatal también reveló retracciones en las tasas de inversión -que cayó al 18,1% del PBI, frente al 19,3% en 2011- y de ahorro, que disminuyó del 17,2% al 14,8% del PIB en el mismo período.
El estudio detecta, sin embargo, señales de recuperación económica a partir del último trimestre del año pasado, cuando el PIB registró una expansión del 1,4% frente al período octubre-diciembre de 2011. Además, en 2012, por noveno año consecutivo, hubo un aumento en el nivel de consumo de las familias brasileñas (del 3,1%), gracias en parte al incremento del 6,7% en los salarios de los trabajadores y también del acceso al crédito bancario.
Dejá tu comentario