Polémico: Lavagna y De Vido se quedan con otros $ 20.000 millones para obras
Roberto Lavagna y Julio De Vido recibieron un poder de Néstor Kirchner que ningún funcionario tuvo hasta ahora. Podrán desviar el capital de una veintena de fondos fiduciarios para destinar a obras públicas que ellos mismos digiten. Son hasta $ 20.000 millones en efectivo y deudas por recuperar que el Presidente puso bajo su control al modificar el destino de los fondos de esos fiduciarios. El gobierno alega la necesidad de disponer de dinero «temporalmente» ocioso, los gobernadores protestan por el cambio de rumbo de esas inversiones y el Congreso ya comenzó a pedir explicaciones.
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El gobierno incluyó dentro de esa modificación el destino de los fondos, a una lista de 18 fondos fiduciarios. Pero eso no significa que sean todos los existentes. Entraron dentro de la órbita de decisión de los dos ministros los fondos disponibles en el Fiduciario de Desarrollo Provincial, Promoción y Fomento de Innovación, el fondo convenio de la Secretaría de Hacienda y el BICE, fondo de Capital Social, Federal de Infraestructura Regional, de Asistencia al Fiduciario Provincial, Fondo FIT/AR, becas con destino a estudiantes universitarios, Fiduciario de Reconstrucción de Empresas, Fondo de Desarrollo para las Micro y PyME, el Fogapyme, el Fondo Fiduciario del Transporte Eléctrico, Desarrollo de Infraestructura, para Recuperación de la Actividad Ovina, Fideicomiso sobre Tasa de Gasoil -uno de los más grandes que suma mas de $ 1.500 millones-, Infraestructura Hídrica -que llegó a sumar activos por $ 600 millones-, el Fondo Fiduciario para Subsidios para Consumo Residencial de Gas -que se aplica para subsidiar las tarifas de gas en toda la región patagónica con financiamiento presupuestario asegurado por $ 145 millones- y el fiducario que atiende Inversiones en Transporte y Distribución de Gas.
• Los fiduciarios, por definición, fueron creados para aplicar los fondos recibidos al fomento o financiamiento de alguna actividad, obra o programa crediticio, por ejemplo. Por lo tanto, modificar el destino de esos fondos, como se hizo por decreto, ya significa una transgresión a la ley que marcó el objetivo de ese fiduciario.
• Fuera de lo legal, los fondos fiduciarios son una caja suculenta para financiar obras en cualquier lugar del país. Fueron la herramienta de moda durante la segunda mitad del gobierno de Carlos Menem para dejar contentos a gobernadores o financiar obras sin alterar los números del Presupuesto nacional.
• Tuvieron sistemas de control deficientes, por lo que se desdibujó el destino de los fondos que los alimentan y llovieron en el Congreso los pedidos de informe por las sospechas en su uso. Aunque en los últimos dos años fueron incorporados plenamente a la Ley de Presupuesto Nacional, en un capítulo especial.
• La decisión de Néstor Kirchner puede significar en primer lugar un avance de Lavagna, ya que la mayoría de los fiduciarios estaban ahora bajo control del Ministerio de Planificación Federal, y por otro lado un cambio de destino de los fondos para aplicar a obras que, en algunos casos, serán lanzadas por ENARSA, la nueva firma estatal de energía o inversiones que fueron comprometidas por empresas privatizadas y el gobierno considera no fueron cumplidas.
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