22 de diciembre 2004 - 00:00

Reacción industrial contra escaso límite a productos de China

La Unión Industrial Argentina respondió ayer al anuncio oficial sobre los límites de no más de dos años que tendrán las salvaguardas para proteger a los productores locales de las importaciones de China y de Brasil. Durante ese tiempo, las empresas argentinas deberían invertir y reconvertirse, porque luego no tendrán más defensas contra el ingreso de los productos de esos dos países. Ayer, el titular de la UIA, Alberto Alvarez Gaiani, dijo que las declaraciones del secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía, «no son acordes con lo que está viviendo la industria nacional» y que «el problema con China recién empieza». El panorama se complica más si se tiene en cuenta que desde Brasil el propio Luiz Inácio Lula da Silva confirmó que su país también se prepara para limitar las importaciones de arroz y ajo desde la Argentina, para «proteger a los productores del Sur» de ese país. En realidad, se trata simplemente de una medida de represalia contra la decisión de la Argentina de trabar las importaciones brasileñas.

Alfredo Chiaradía
Alfredo Chiaradía
El clima de fiesta con que la Unión Industrial Argentina (UIA) esperaba cerrar este 2004, que vio profundizarse su división interna para luego cerrarse en unidad, se frustró por las declaraciones del secretario de Negociaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía. El funcionario había dicho el lunes que las salvaguardas a los productos provenientes de China sólo se aplicarían por uno o por dos años, luego de lo cual las empresas argentinas deberían «reconvertirse».

En la conferencia de prensa convocada originalmente para presentar a los miembros del Comité Ejecutivo que asumirá en abril, Alberto Alvarez Gaiani -que presidirá la entidad hasta esa fecha, para luego retornar a la COPAL-dijo: «Las declaracionesde Chiaradía no son acordes con lo que está viviendo la industria nacional. El problema con China recién empieza, y no parece que nuestras empresas puedan o deban reconvertirse en un año o dos para enfrentar esa amenaza».

El dirigente empresario agregó: «China tiene ventajas competitivas enormes para entrar a nuevos mercados, ventajas que no están reguladas aún por la OMC, como sus salarios ínfimos, por caso». Alvarez Gaiani recordó: «Estos plazos que menciona Chiaradía no estuvieron en las conversaciones con el gobierno sobre China. Sí se habló, en cambio, de la cobertura que se les daría a los sectores más sensibles a la importación desde China».

El directivo insistió con que «el gobierno debe defender a las empresas nacionales, lo mismo que contra Brasil. Es imposible pedirnos que compitamos, por caso, en el calzado, con un país que hace 1.800 millones de pares por año con ventajas competitivas enormes (sus salarios, por ejemplo). El gobierno debe tomar medidas».

• Equidad

El enojo de los industriales con el funcionario se expresó también en un comunicado distribuido ayer, en el que se dice que «con referencia a las declaraciones de Chiaradía, la UIA afirma que lo que la industria necesita es equidad, no protección. Frente al desafío de competir con China -una economía planificada que paga salarios ínfimos-, la industria argentina precisa equilibrio y firmeza de parte de las autoridades, no plazos conminatorios para efectuar inversiones que en buena parte ya se concretaron».

El comunicado finaliza recordando: «El gobierno impulsa una recuperación salarial de la que sólo disentimos en el método, pero que nos descoloca frente a la competencia de China en todos los productos de alto contenido de mano de obra». El empresario apuntó que «la propuesta de la UIA al gobierno será que hay que cuidar a la industria nacional».

El «paper» de la víspera fue, de hecho, el primer acto de gobierno conjunto, ya que de sus términos participaron los « celeste y blancos» Alvarez Gaiani, Héctor Méndez (presidente a partir de abril próximo), Federico Nicholson y Héctor Massuh, y los «industriales» encabezados por Luis Betnaza (Techint).

Es que
la amenaza china fue uno (sino el principal) de los motores de la unidad bendecida ayer en el Salón Petiriby del edificio de la central fabril.

Es que a la tradicional pelea con
Brasil se sumó ahora la inminente «invasión china». Así fue como ayer volvieron los abrazos entre quienes hasta hace menos de un mes parecían irreconciliables enemigos, en el cóctel con el que la central fabril despidió un 2004 con altos y bajos.

En relación con el «socio» del Mercosur,
Alvarez Gaiani -flanqueado por Juan Manuel Forn (Molinos), Miguel Acevedo (Aceitera General Deheza), Juan Carlos Sacco (gráficos), Nicholson (Ledesma), Méndez (plásticos), Betnaza, Massuh (papaleros), José Luis Basso (autopartistas) y José Ignacio de Mendiguren (indumentaria)- admitió: «No sabemos cómo quedará la situación, pero, cuando hubo crisis, el gobierno tomó medidas para frenar el ingreso indiscriminado de mercadería. Si no hubiera acuerdo entre los países, creo que el Mercosur ya no tendría sentido y entonces no puede seguir funcionando. Pero soy optimista de que vamos a encontrar una solución».

• Encuentros

Más tarde, Betnaza dijo que uno de los acuerdos a los que habían llegado los sectores de ambos países era la continuidad de los Encuentros Regionales que había impulsado Industriales durante el año pasado. «En Techint habíamos detectado que después de la devaluación del '99 en Brasil se nos habían destruido todas nuestras cadenas de valor y empezamos a trabajar con las pymes en el diagnóstico y la resolución de ese problema.» Los encuentros -ya bajo el paraguas de la UIA-serán tres en 2005: uno, en la provincia de Buenos Aires; otro, en Córdoba; y el tercero, en un lugar por definir, actividad que se cerrará en un denominado Encuentro Nacional, en la Capital.

Dejá tu comentario

Te puede interesar