Dos ruedas consecutivas donde nuestro mercado no dependió en su volumen de lo que realizara una sola -Tenaris- y ahora con un agregado: tampoco debió a ella la nueva suba del índice Merval. Aspecto que llevó a un desempeño más diversificado, sin verse en su caminar que estaba «renga» de su acción esencial. Desde el exterior llegaban buenas influencias, con el Dow más entusiasta y hasta 0,6 por ciento de aumento, incrementado al doble al ingresar al Bovespa que concluyó con atractivo 1,2% de alza.
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Lo del Merval resultó más leve, pero con los atenuantes apuntados, y sumó un buen 0,74% (el que contiene un valor agregado, considerable, por la atípica rueda). Esto se logró después de alcanzar un mínimo de 2.049 puntos, tomar máxima altura en 2.071 unidades y concluir muy cerca del techo del día: 2.070. Desarrollo que no corrió riesgos serios de decrecer, aunque el mínimo estuviera algunos puntos debajo de lo previo. No se contó con el motor esencial y que había ejercido la conducción de la fecha previa.
El volumen efectivo se ubicó en $ 58 millones, una marca respetable y que sostuvo el ritmo anterior. Pero de ese total solamente participó con 70.000 acciones Tenaris -algo más de $ 5 millones-y en el índice aportó una baja de 0,55 por ciento. Tampoco Galicia la suplió con avance, sino que ella misma sumó hacia las bajas con más de 1%.
Todo quedó en manos de las restantes, sobresaliendo IRSA y Pampa, ambas con más de 6% de aumento. Encima de 3 por ciento Telecom, cerca de ello la acción de Cresud. Un compuesto, suerte de «selección» de líderes menores en presencia Merval pero que hicieron fuerza juntas y neutralizaron caídas de las plazas clave. Un rasgo que se debe ponderar, quebrando la polarización habitual. Y la Bolsa, pensando.
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