29 de septiembre 2008 - 00:00

Rescate a Wall Street será en cuotas. Seguirá la crisis

• Hubo acuerdo ayer en Washington sobre el paquete de rescate a bancos. • Pero introdujeron varias modificaciones para que sea potable a menos de cinco semanas de las elecciones presidenciales. • Los u$s 700.000 millones disponibles para que el secretario del Tesoro, Henry Paulson, apague el incendio se otorgarán en tramos. • Por poner controles, se pierde cierto poder de fuego contra la crisis. • Anoche, Tokio mostraba alza tibia de 0,4%. • Bancos continúan débiles: Wachovia, otra entidad bajo ataque, seguía buscando comprador. • Santander se hizo cargo de banco inglés en problemas y estatizaron a grupo belga-holandés Fortis tras reuniones de emergencia del Banco Central Europeo y ministros de Finanzas. • Hoy paquete se vota en Diputados y mañana en Senado de EE.UU. • Fue otro tenso fin de semana a ambos lados del Atlántico con gobiernos que también reaccionan en cuotas.

Creo que lo hemos logrado, afirmó el secretario del Tesoro, Henry Paulson, acompañado por la presidente de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría de ese partido en el Senado, Harry Reid.
"Creo que lo hemos logrado", afirmó el secretario del Tesoro, Henry Paulson, acompañado por la presidente de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría de ese partido en el Senado, Harry Reid.
Washington - Los líderes del Congreso estadounidense y del gobierno de George W. Bush acordaron ayer los principales términos para el salvataje financiero por u$s 700.000 millones. El paquete sería votado hoy por Diputados, en medio de la expectativa en la plaza.

Al reencauzarse las negociaciones el viernes por la tarde, la expectativa era tener todo resuelto antes del arranque semanal de las Bolsas, como una señal tranquilizadora para los inversores. Y esto es lo que finalmente se consiguió, pese a que aún resta el procedimiento legislativo, en el que votaría en contra una importante cantidad de representantes republicanos.

«Creo que es un buen resultado», declaró en conferencia de prensa el principal negociador republicano, Judd Gregg, sobre el plan para intentar reflotar a los bancos del país.

«Espero que la Cámara de Representantes podrá votar mañana (por hoy) y que el Senado (también) hará lo propio», añadió el senador.

«Ha sido un día muy largo. Francamente, una larga semana», había declarado previamente el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, aludiendo a las difíciles negociaciones entre los líderes parlamentarios y la administración Bush. Los negociadores consiguieron así llegar a un acuerdo antes de la apertura el lunes de los mercados.

El plan propuesto por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, prevé liberar 700.000 millones de dólares para adquirir los créditos dudosos de los bancos (denominados en el mercado como «tóxicos»), afectados por la crisis de los préstamos inmobiliarios de alto riesgo.

Del lado republicano se vio con mucho recelo esta ayuda del Estado para sostener a Wall Street, pese a tratarse del partido del actual gobierno. El senador Roy Blunt, jefe de los negociadores de ese partido, advirtió que mostraría el proyecto de ley a su grupo parlamentario antes de pronunciarse.

Algunos, como Richard Shelby, miembro importante de la comisión bancaria, rehusaronparticipar en las negociaciones al refutar «los principios mismos del plan».

La presidente demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, había expresado el fin de semana el deseo de que el proyecto de ley sea consultable en Internet antes de ser sometido a voto.

  • Restricciones

    Por pedido de la bancada demócrata, el plan incluye históricas restricciones al pago de los ejecutivos de aquellas entidades que resulten rescatadas por el programa. Y también abre la puerta para que el Estado tome como garantía a las acciones de las entidades que piden la ayuda especial.

    Un aspecto incluido a último momento, y que ayudó a destrabar la negociación, tiene que ver con la posibilidad de que los bancos se hagan cargo de las pérdidas en las que puede incurrir el gobierno (y, por ende, los contribuyentes) por este salvataje. El plan permite que el presidente norteamericano le reclame dentro de cinco años las pérdidas a los bancos que fueron beneficiados en caso de que no puedan recuperarse los activos rescatados.

    Según las grandes líneas del plan publicado por la oficina de Pelosi, los 700.000 millones de dólares serán entregados en varios tramos. El plan daría la prioridad al cobro del Estado, tras un gasto inicial muy pesado para las finanzas públicas. Garantizaría, además, un control público riguroso de las compras de activos invendibles a los bancos.

    El Congreso daría vía libre para que el gobierno pueda utilizar el primer tramo de u$s 250.000 millones. Pero se reserva el derecho de supervisar el funcionamiento de este esquema y la posibilidad de bloquear el último tramo de desembolso previsto por u$s 350.000 millones.

    Otras instituciones, además de los grandes bancos de Wall Street, tales como colectividades locales, fondos de pensión, pequeños bancos comerciales, podrán también beneficiarse de la oferta del gobierno de comprar los créditos dudosos.
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