El furor de los mercados emergentes, apuntalado por la estabilidad de los rendimientos de los bonos del Tesoro americano, provocó que ayer durante la jornada financiera el riesgo-país de la Argentina y de Brasil cayera por debajo de los 200 y 190 puntos, respectivamente, por primera vez en la historia. Según datos del mercado, la prima de riesgo argentina medida por el índice EMBI del JP Morgan finalizó en 207 puntos y la brasileña en 191 puntos, de modo que ahora sólo 16 puntos separan a ambos niveles de riesgo crediticio.
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Es decir que, prácticamente, un bono de deuda del gobierno argentino ofrece similar rendimiento -por sobre lo que brinda un bono del Tesoro estadounidense, hoy 4,66% anual a 10 años- que el de uno del gobierno brasileño de Lula da Silva.
Al promediar las operaciones en el mercado de deuda emergente, la suba de las cotizaciones de los bonos argentinos detonaron la caída del riesgo-país a niveles de 199 puntos. Luego, sobre el cierre del mercado, el índice EMBI para la Argentina quedó en 207 puntos, lo que implica un retroceso de 5,43% con relación al cierre anterior.
La caída del riesgo-país es una buena noticia no sólo para el gobierno, sino también para el sector privado, ya que ambos pueden salir a financiarse al mercado internacional a menor costo. De acuerdo con el cierre de ayer, un bono argentino pagaría 2,07 puntos porcentuales más que su par estadounidense, o sea, 6,73% anual.
El fuerte volumen negociado en títulos de la deuda argentina reflejó que a pesar de las exageradas ganancias obtenidas en 2006 se mantiene intacto el apetito de los inversores. Por ello no extraña el sostenido ingreso de capitales que se registra en la plaza local y que complica el ritmo de intervención del Banco Central por mantener el valor del dólar cerca de $ 3,10.
El boom que experimentan los títulos públicos se evidenció ayer en las subas que mostraron, por ejemplo, el Par en dólares, de 3,64%, y el Discount en dólares, de 1,82%, ambas emisiones bajo legislación externa.
Algo parecido ocurrió con Brasil, donde el interés de los inversores extranjeros se mantiene vivo tras el inicio del segundo mandato de Lula. Por primera vez en la historia, ayer el riesgo-país llegó a mínimos de 188 puntos. Al cierre de las operaciones terminó en 191 puntos.
Cabe señalar que a lo largo de 2006, el ingreso de dólares al mercado brasileño alcanzó un récord. Según datos del Banco Central, el flujo de capitales fue positivo en u$s 37.270 millones (el anterior máximo fue en 1992, con u$s 20.771 millones). Esto en parte explica la caída del valor del dólar en Brasil, que acumuló en 2006 un retroceso de 8,08%.
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