18 de septiembre 2008 - 00:00

Salvo el peso, monedas de la región se deprecian hasta 20%

Salvo el peso, monedas de la región se deprecian hasta 20%
Las monedas latinoamericanas sufrieron una fuerte depreciación contra el dólar en las últimas semanas, lo cual le agrava a la Argentina sus problemas competitivos generados por la inflación y el tipo de cambio. El caso extremo fue el real brasileño, ya que la divisa norteamericana se incrementó 20% desde el último día de julio hasta ayer.

El incremento fue menor, pero también significativo, en México, Chile y Uruguay, donde la cotización se incrementó entre 8% y 9%. En todos los casos, se trata de un ajuste fruto de la incertidumbre entre los inversores internacionales, que prefieren colocar divisas en bonos del Tesoro y alejarse de cualquier otro activo que puede considerarse riesgoso.

La excepción a estos movimientos fue el peso argentino. La suba de $ 3,05 a $ 3,12 que se registró durante este período en el mercado minorista representa un incremento del dólar de apenas 2,29% y es, por lejos, la más leve de toda la región. Desde ya que esta relativa quietud del tipo de cambio no refleja el deterioro de otras variables financieras, como la suba del riesgopaís a más de 900 puntos básicos o el derrumbe del mercado accionario, en medio de la crisis en Wall Street.

El esquema de «flotación administrada» que implementa Martín Redrado en el Banco Central procura, en realidad, quitarle toda la volatilidad posible al dólar. Entre 2005 y 2007, la cotización podría haber caído por debajo de $ 2,80 si el Central hubiera intervenido menos, por lo que no volvió a esos niveles. Y si ahora la dejaran flotar, tranquilamente la divisa podría ubicarse por encima de los $ 3,25.

Con un tipo de cambio nominal que hoy se encuentra rezagado respecto de su nivel de equilibrio, y la inflación que continúa golpeando, la competitividad se resiente cada vez más. Esto provoca, en otras palabras, que resulte cada vez más barato importar (el ritmo de crecimiento de las importaciones ya supera largamente 50% anual) y que se vuelva cada vez más complicado exportar. Puede ayudar sólo de manera marginal que la inflación parece haberse aplacado al menos durante setiembre. Un informe del estudio M&S Consultores resaltó que el índice de precios al consumidor de este mes estaría en torno a 1%, ante la desaceleración del consumo y del crédito.

  • Interrogante

    La incógnita del mercado ahora es qué costo en reservas tendrá esta flotación administrada para el Central. En medio de la crisis financiera de Wall Street y la estrepitosa caída de los precios de las materias primas, es evidente que resultará cada vez más difícil mantener un balance cambiario favorable.

    Mientras que en el segundo trimestre se fugaron u$s 8.500 millones y el BCRA perdió más de u$s 3.000 millones en reservas, se esperaba que luego del conflicto con el campo esta ecuación se diera vuelta. En otras palabras, que se recuperara al menos parte de las reservas perdidas. Pero nada de ello ocurrió, y hoy el nivel se encuentra clavado en u$s 47.000 millones.

    Pero para evitar que el tipo de cambio se dispare a una mayor velocidad (con el peligro de que esto genere una nueva corrida de los inversores sobre el peso), Redrado tendrá que salir a vender dólares y, por ende, caerían las reservas. Sólo algún acuerdo de corto plazo con el Banco de Basilea podría ayudar para compensar la caída que puede ocurrir en el último trimestre del año. Esto explica por qué el equipo económico decidió tomarse su tiempo para concretar el pago al Club de París, abriendo incluso la posibilidad de cancelar sólo la deuda vencida (30% aún no entró en default, por lo que podría no cancelarse).
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