2 de julio 2008 - 00:00

Se exporta menos a Brasil y el déficit creció 92% en junio

Se exporta menos a Brasil y el déficit creció 92% en junio
La fuerte desaceleración de las exportaciones a Brasil explica el crecimiento de 92% que registra el déficit comercial con ese país en junio. Mientras las ventas externas brasileñas al mercado argentino mantuvieron el ritmo de crecimiento de 37% alcanzando u$s 1.607 millones, las de la Argentina al vecino país apenas aumentaron 14% (la mitad de lo que venían haciéndolo), por u$s 941 millones. Así, el déficit ascendió a u$s 666 millones cuando un año atrás había sido de u$s 346 millones.

Al cabo del primer semestre, la balanza bilateral arroja un superávit favorable a Brasil de u$s 2.347 millones, lo que representa un incremento de 45% frente al primer semestre de 2007. El año pasado, el déficit con Brasil marcó un récord de u$s 4.011 millones, y a este ritmo, cuando ya se ha alcanzado casi 60% de ese nivel histórico, todo indicaría que en 2008 habrá otro máximo.

El magro desempeño del comercio con Brasil responde en gran medida a las restricciones a las exportaciones de trigo, principal producto vendido al vecino país. En los primeros cinco meses del año se exportaron 2.489.068 toneladas,un 20% menos que en 2007. Pero la abrupta suba del precio del cereal permitió que el valor de estas exportaciones creciera 30%, compensando ampliamente las menores cantidades vendidas.

El desequilibrio comercial esconde, además, otro dato negativo: la Argentina pierde presencia en el mercado vecino al ser desplazada al cuarto lugar entre los principales proveedores de Brasil detrás de China y Alemania. El año pasado, las ventas externas argentinas representaron 8,9% de las importaciones totales de Brasil, pasando ahora a 7,9%.

Diferente es el panorama desde el punto de vista de los mercados de las exportaciones de Brasil: la Argentina sigue siendo el segundo principal destino por encima de China y los Países Bajos. En 2007, las exportaciones brasileñas al mercado argentino representaban 8,6% del total vendido al exterior y este año se elevaron a 9,5%.

Según los datos de la Secretaría de Comercio Exterior de Brasil, en junio los rubros de exportación que mayor crecimiento mostraron hacia la Argentina fueron automóviles, electrónicos, máquinas y equipamientos, siderurgia, combustibles y lubricantes. Mientras que las importaciones desde la Argentina que más aumentaron el mes pasado están vinculadas a vehículos y autopartes, plásticos y manufacturas, y máquinas y equipos.

Las compras a Brasil continúan concentrándose así en los bienes industriales, que son los que más crecen. Se destacan , además del complejo automotor (vehículos y autopartes), aceites combustibles, aparatos transmisores y receptores (celulares), vehículos de carga, motores y generadores eléctricos, tractores, calzados, maquinas y equipos para terraplenes, bio-máquinas de hierro y acero, laminados planos de acero, y bombas y compresores.

En los últimos meses se acentuó la ventaja cambiaria de la Argentina y la rentabilidad de las exportaciones brasileñas, según Funcex, siguió cayendo, ubicándose en abril pasado 7% por debajo de la de 2007.

De todos modos, en Brasil ya comenzaron a recalcular el impacto de la desaceleración de la economía argentina en la balanza-bilateral considerando que es el fin del ciclo de crecimiento a altas tasas. El consenso de los economistas brasileños es que la Argentina crecerá este año 6,7%, pero en 2009, sólo 4,6%.

Frente a estas estimaciones, Filipe Albert, de la consultora Tendencias, reconoce que «el principal riesgo inherente a este escenario es el de una desaceleraciónaún más pronunciada que la prevista. Si bien las proyecciones de este año ya contemplaban un menor crecimiento del PBI argentino -por lo que no es esperable augurar cambios sustanciales en el saldo de la balanza-, sí se modifican las previsiones para 2009. Tendencias estima que «el próximo año Brasil dejaría de exportar a la Argentina entre u$s 1.900 y u$s 2.200 millones» (el banco Bradesco estima una cifra similar), lo que reduciría el déficit a unos u$s 3.000 o u$s 3.500 millones, dado que «las importaciones brasileñas poco se modificarían». Para Albert, la caída es insignificante para el sector externo de Brasil, que venderá por más de u$s 200.000 millones.

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