Shell anunció que estudia dos nuevas posibilidades de invertir en proyectos de convertir gas en productos líquidos en nuestro país y en Australia. Los emprendimientos se basan en tecnología propia bajo el proceso denominado síntesis de destilados medios. Los estudios se inscriben en la estrategia de Shell de concretar cuatro proyectos de igual naturaleza durante esta década. Ya se está evaluando el potencial para ese tipo de iniciativa en Egipto, Indonesia, Irán y Trinidad y Tobago. Según un comunicado de la empresa, «recientes avances de la tecnología propia han creado oportunidades potencialmente atractivas para la comercialización de grandes reservas de gas, en un modo ambientalmente sustentable». Esas plantas de nueva generación requerirán una entrada de más de 17.000 millones de metros cúbicos diarios, lo que representa un volumen equivalente al gas transportado diariamente por el gasoducto del sur argentino. En nuestro país, Shell evalúa la posibilidad de instalar una planta en Tierra del Fuego, por lo que está en conversaciones con el consorcio que lidera Totalfinaelf para el posible suministro de gas proveniente del mar para la planta.
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