Signos de distensión en relación con Brasil
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• Interrogante
En la primera mesa luego de la apertura podría producirse la intervención de Skaf: se expondrá sobre «Experiencias regionales de gremialismo empresario industrial» y está previsto que hablen dirigentes industriales de la Argentina, Brasil, Chile, México y Venezuela. ¿Se referirá Skaf a las «asimetrías comerciales» que vienen plagando la relación bilateral?
En tanto, los industriales argentinos parecen haberse anotado una nueva victoria parcial, dado que los fabricantes de calzado habrían conseguido que sus colegas brasileños limiten sus ventas a la Argentina en 2005 a 12,5 millones, tal como trascendió el martes. La respuesta oficial de los industriales brasileños -que a esta altura se descuenta será positiva- se conocerá el lunes. Cabe recordar que esa misma cantidad de pares fue lo que ingresó en el país en 2004; los brasileños querían traer 15 millones de pares en función del mayor consumo, y los argentinos querían volver a los 10 millones, porque era lo que se había convenido para el año pasado y luego en la práctica fue superado.
Otro acuerdo anunciado ayer fue el alcanzado por la AFAC (autopartistas), en el difícil sector de las baterías de autos.
Hubo que discutir siete meses -tanto entre empresarios como con funcionarios de los dos gobiernos- para lograr que los fabricantes brasileños acepten exportar a la Argentina un tope de 1.050.000 unidades en todo 2005. El «desvío» máximo ( léase incremento de ventas sobre lo pactado) convenido es de 5%, o sea unos 50.000 acumuladores más. Se acordó llevar a cabo un monitoreo del cumplimiento del pacto cada tres meses.
Como se ve, son todos signos de que las febriles gestiones, las protestas y hasta las súplicas de los empresarios argentinos ( muchas veces, pero no siempre, acompañadas por miembros de la cartera económica) comenzarían a dar algún resultado en la hasta ahora blindada posición de los brasileños. De todos modos, quedan dos cuestiones sobre las que Brasilia no quiere ni oír hablar: la propuesta de Roberto Lavagna sobre una vuelta al espíritu del Acta de Asunción (en la que se crea el mercado común) y la aplicación de salvaguardias para los sectores críticos. En este sentido, el éxito de acuerdos sectoriales como los de zapatos, baterías, vinos, etc. parecería darle la razón a los brasileños.
S.D.
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