La Bolsa de Nueva York anotó la mayor suba desde octubre de 2002 por la fuerte caída del petróleo y el optimismo por la reunión de hoy de la Reserva Federal, que preside Ben Bernanke.
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El precio del crudo bajó 4,50% porque los inversores temen que caiga la actividad económica y que las hipotecas de Estados Unidos afecten a la economía mundial. Pero en Wall Street no razonaron así y aprovecharon los precios de oportunidad para volver al mercado. El Dow Jones subió 2,18% y recuperó todo lo que perdió el viernes, pero sigue 4% abajo respecto del principio de la semana pasada. El mercado tecnológico NASDAQ subió 1,44%.
La renta de los bonos del Tesoro subió ante este cambio de humor. Los bonos a 10 años ahora rinden 4,74% contra 4,67% del viernes.
Tras las últimas cifras del mercado laboral y de actividad del sector servicios que se dieron a conocer el viernes, y que fueron menores que las previstas, los analistas creen que la economía norteamericana podría crecer en lo que resta del año menos de lo estimado inicialmente.
Esto puede disminuir la demanda de crudo, por lo que en Nueva York el barril de petróleo intermedio de Texas para entrega en setiembre, el de referencia en Estados Unidos, bajó 4,5%, su mayor caída en 7 meses, hasta u$s 72,06.
Alzas
Esta caída permitió el alza de sectores tradicionales, a lo que se sumó el buen rendimiento de los bancos e instituciones financieras, que a juicio de los expertos tienen la suficiente diversificaciónen sus negocios como para resistir los problemas del mercado inmobiliario y de créditos de alto riesgo.
En este sentido, la firma UBS mejoró la recomendación de compra de las acciones de Merrill Lynch desde «neutral» a «comprar», lo que impulsó sus títulos 6,42%. Credit Suisse emitió una nota de análisis en la que señala que es un buen momento para comprar acciones en Estados Unidos, la primera vez que dice algo semejante en cerca de siete años, lo que también incrementó el optimismo.
Hoy se reunirá el Comité de Política Monetaria de la Fed. Si bien se descarta que la tasa seguirá en 5,25% anual, se espera que abandonen la postura de considerar la inflación como el mayor problema de la economía, para pensar en futuras bajas de tasas.
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