El ganado subió casi 5% el viernes y acumuló un aumento de 10,8% en sólo una semana. El fuerte repunte se debió a la mayor demanda de los frigoríficos previendo las eventuales consecuencias del paro del campo que se realizará a partir del próximo sábado.
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Los operadores justifican que son vaivenes del mercado y que no hay motivos en la demanda que marquen dicha tendencia alcista. El Indice de Novillo cerró en 2,306 el viernes y a principios de junio se ubicaba en 2,301. Un mes y medio después, los valores se reacomodan sin reflejar las bajas esperadas en las góndolas, hecho que preocupa al gobierno que comenzará a controlar más a las plantas de faena que operan en el mercado interno (consumeros).
La suba en la hacienda toma relevancia y la evolución del Mercado de Liniers será seguida con mayor interés esta semana por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, previo al primer paro agropecuario que el campo le realizará al gobierno. Y si bien algunos sectores sostienen que la medida no provocará desabastecimiento de carne, otros indican que el recalentamiento de la plaza de ganados se debe a la protesta.
Rechazo
Los organizadores del paro adheridos a Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) rechazan que la medida vaya a afectar el abastecimiento. Analía Quiroga, la vicepresidenta segunda de CARBAP, que tuvo un pico de exposición mediática hace unos meses por enfrentarse al presidente Néstor Kirchner (a quien acusó de faltarle « materia gris») sostuvo ayer que la medida de fuerza «no se va a sentir en Capital Federal y el conurbano. La gente que ha estado informándose de nuestra problemática, va a interpretar muy bien el paro, y quien no lo ha hecho dirá: esta manga de oligarcas quieren que nosotros no comamos y ellos nadar en dinero». El análisis de los operadores es claro previo a la medida de fuerza: «Caerá la hacienda en Liniers, pero no será nula ya que habitualmente, en todos los paros realizados,los consignatarios y frigoríficos afines al gobierno suelen acumular sus operaciones y las canalizan durante los días de protesta». No obstante, las mermas en la oferta de lunes y martes de la semana que viene podrían generar alzas que serían justificativo para cargar sobre las espaldas de los productoresen protesta. Liniers, como termómetro de la protesta, podría recibir esta semana -si el clima lo permite- una oferta similar a la semana pasada. «Si esto ocurre, el recalentamiento de los precios será inevitable porque los habituales compradores querrán hacer stock», indicaban.
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