Si había un día tan complicado en los inicios, como el de ayer, habrá que revisar bastante para encontrarlo. El mercado local se iba más de 4 por ciento hacia abajo, nada más que como para abrir el juego. El resto de las Bolsas, recordando a los fantasmas de los «octubres negros», marcaban también porcentuales en rojo y en toda la línea. Por si fuera poco, como para aniquilar los nervios de los operadores, pasado el mediodía surgió una «amenaza de bomba» en el edificio del recinto: veloz evacuación, todo el mundo mirando desde las veredas y pensando si no era mejor suspender todo para el otro día (o el otro mes, por no decir el otro año...) La verdad, la rueda pintaba para ser tan tensa y nerviosa como lamentable otra vez en sus saldos. A esas alturas, el riesgo-país se había disparado a nuevas cumbres. (Y el recinto era lugar peligroso.)
• La reversión
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No se sabrá demasiado acerca de qué impulsó al vuelco, pero resultó de los casos donde hay quienes trabajan con informaciones confidenciales, que se llevan por delante al inversor común. O solamente fue una «patriada», pretendiendo conseguir una fecha buena de una mala y sacarle partido dentro del mismo día (en el cierre hubo bastante venta de tal estirpe, cerrando negocio redondo). No había nada que se supiera en concreto, pero Buenos Aires se dio el gusto de volar sola hacia el número positivo, dejando a sus colegas en el rojo. Los índices en casi 2 por ciento, volumen en los 12 millones de pesos. Y esto fue «la bomba» del día, estallando en los paneles y cambiando malo por bueno... Informate más
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