Berlusconi se aferra a su fortuna: ‘‘Seré duro e inflexible’’ en divorcio
Roma - El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, aseguró que concederá el divorcio a su esposa Verónica Lario -por el que está en juego una fortuna de u$s 6.600 millones- tras 19 años de matrimonio, pero advirtió que será «durí-simo e inflexible» al negociar las condiciones. En medio de un creciente escándalo político, la oposición solicitó que el mandatario aclare si tuvo relaciones con una menor, de acuerdo con una denuncia de la primera dama.
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Según La República, que reproduce una conversación privada entre Berlusconi y su abogado, Niccoló Ghedini, el mandatario aún no se había comunicado con su mujer. El diario asegura que Lario anunció sus intenciones al abogado Ghedini, quien, a su vez, informó a Berlusconi.
Berlusconi lamentó que Lario elija a los medios de comunicación para anunciar su divorcio y expresar sus quejas. «Siempre que tiene algo que decir habla con los periódicos y no conmigo», se quejó el premier, que agregó: «Me dijo que salgo con menores. Una cosa increíble. Se dejó instrumentalizar por los diarios de izquierda. Tendría que avergonzarse. Lo hizo para poner a mis hijos en mi contra». La ahora ex pareja tiene tres hijos: Bárbara (24), Eleonora (22) y Luigi (20).
A fines de abril estalló la polémica sobre la inclusión en las listas para la elecciones europeas del Pueblo de la Libertad (PDL) de mujeres del mundo del espectáculo. Verónica Lario respondió que la candidatura de las chicas en la lista del partido era una «desvergüenza» para «diversión del emperador» y que ofendía «la credibilidad de todas» las mujeres.
En su andanada de imputaciones contra su marido, Lario recordó además que asistió a la fiesta de 18 años de una joven napolitana y al mismo tiempo le recriminó que no estuvo en la fiesta de sus propios hijos.
Sobre esta denuncia, el diputado de Italia de los Valores (IDV) Antonio Borghesi pidió ayer al Gobierno que aclare la versión. El diputado, que pertenece al partido del ex magistrado Antonio di Pietro, encargado del proceso Manos Limpias contra la corrupción, incidió en que sea el propio Berlusconi el que responda y aclare a los ciudadanos que no cometió un delito contra menores previsto en el artículo 609 del Código Penal.
Borghesi se refería a la joven Noemi Letizia, con pretensiones de convertirse en estrella televisiva, a la que Berlusconi visitó el día de su 18° cumpleaños el pasado 26 de abril en su departamento de Nápoles (sur de Italia) y le regaló un collar de oro con un brillante. El diputado recordó que Noemi Letizia es mayor de edad desde hace pocos días, mientras que su relación con Berlusconi viene de tiempo atrás, como ella misma reconoció a los periodistas.
La chica, que llama «Papi» al premier, aseguró a los medios que conocía a éste desde hacía tiempo y que iba a verlo a Milán y a Roma porque «el pobre» no podía visitarla siempre en Nápoles. Berlusconi explicó que se trata de la hija de un amigo al que no supo decir que no. «Aquel día me llamó el padre (de Noemi), un amigo mío de hace muchos años, y cuando supo que aquel día iba a estar en Nápoles, insistió para que pasara, sólo dos minutos, a la fiesta de cumpleaños de su hija», señaló Berlusconi en declaraciones al periódico Corriere della Sera. Berlusconi lamentó que su esposa haya creído «las versiones falsas» sobre esa noche, que, según narró, acabó con un encuentro con el presidente del Napoli, Aurelio De Laurentis, al que felicitó por haber ayudado al Milan en su remontada en la clasificación de la Liga de Fútbol.
Esa noche, el Napoli derrotó al Inter de Milán, primero en la tabla, por lo que ayudó al Milan, presidido por Berlusconi y segundo, a acortar distancias con el líder. «Verónica ha caído en una trampa mediática», aseveró.
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