10 de diciembre 2021 - 00:00

CGT en conflicto con La Cámpora se corre de la plaza y enfría relación con Alberto

Un comunicado de la central evitó nombrar al Ejecutivo y al Presidente y tampoco llamó a participar de la convocatoria.

La relación entre el Gobierno y la CGT entró en un punto crítico: no convocó a participar hoy de la marcha por el Día de la Democracia, evitará darle volumen de concurrencia entre sus afiliados y buscará evidenciar sus diferencias con el ala más cercana a Cristina de Kirchner en el entorno de Alberto Fernández. La distancia con el Ejecutivo, que este diario adelantó ayer, quedó en evidencia formalmente con el comunicado de la central obrera que conmemora la jornada y, más allá de plantear reclamos por “más igualdad, más equidad y más trabajo”, omite por completo la concentración en la Plaza de Mayo. El involucramiento sindical en el acto quedará acotado a algunos gremios como el de Camioneros, invitado por la organización desde el principio.

Ayer los jefes máximos de la CGT seguían renuentes a comentar abiertamente sobre el nuevo escenario. Los pocos que lo hicieron optaron por hablar en reserva y sólo para destacar que no habría “convocatoria orgánica” de la central al acto, o bien para confirmar que el objetivo claro de la organización era dejar en evidencia su distancia. Sobre do con La Cámpora. Los gremialistas asumen que la congregación tendrá un componente sobre todo kirchnerista y de discursos encendidos contra el Fondo Monetario Internacional, en momentos en que el propio equipo económico busca cerrar un acuerdo con el organismo.

En el Gabinete imperaba anoche la sorpresa por la determinación de la central. Es que daban por sentado que la mera participación de Pablo Moyano (actual cosecretario general) y Mario “Paco” Manrique (gremial) implicaba la participación de lleno de la CGT en una nueva concentración que se prevé masiva. Como informó ayer este diario, el resto de la cúpula vio con malos ojos la exclusión de Héctor Daer y Carlos Acuña de los preparativos y respondió con el tono frío y exigente del comunicado.

“Es momento de dotar a nuestra democracia de más justicia social”, cierra el texto que enumera la participación de la CGT y el movimiento obrero en general en los principales episodios políticos contemporáneos, con foco en la dictadura, la crisis de 2001 y la gestión de Cambiemos, y ensalza el proceso de unificación interno que desembocó en la nueva conducción un mes atrás. Ni una mención, en cambio, al gobierno de Alberto Fernández ni al acto de hoy.

El malestar de los sectores mayoritarios de la central apuntaba a Cristina de Kirchner y su entorno, sobre todo, y llegaba al propio Presidente por entender que había cedido protagonismo a su vicepresidenta en los últimos tiempos. Una reversión del proceso que la misma central había leído tras el resultado de las elecciones generales que amortiguó la derrota de las PASO y derivó en un giro del mandatario hacia los espacios más tradicionales del peronismo. Entre los aliados de la CGT en este trance se menciona de manera recurrente al jefe de Gabinete, Juan Manzur, que convenientemente hoy estará en Santiago del Estero para la jura por cuarto mandato de Gerardo Zamora, muy lejos de la Plaza de Mayo.

Tal como publicó este diario, el martes hubo una reunión organizativa en la sede central del PJ con la participación del propio Manzur y del canciller, Santiago Cafiero, junto a los referentes de La Cámpora Anabel Fernández Sagasti y Mariano Recalde; del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro, y Moyano y Manrique en teoría en representación de la CGT. Los sindicalistas dejaron trascender que en modo alguno había tensión hacia el interior de la central.

En aquel encuentro se resolvió que las agrupaciones kirchneristas entrarán hoy a la Plaza de Mayo por Diagonal Norte; los movimientos sociales, por Avenida de Mayo, y los gremios por Diagonal Sur. Esta última columna, que sería definida por la “mesa chica” de la CGT, quedará en manos apenas de las organizaciones más afines al kirchnerismo.

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