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Clave: comienza la batalla por el presupuesto
Obama puede regocijarse al saber que sus partidiarios demócratas en el Congreso estadounidense -donde controlan ambas cámaras- con mucha probabilidad no declararán al presupuesto «muerto a su llegada», como le ha sucedido muchas veces a anteriores presidentes.
Pero incluso con eso a favor, expertos de presupuesto consideran que durante las próximas semanas, mientras el Congreso elabora su propio borrador presupuestario en respuesta a la solicitud de Obama, el popular presidente podría verse inmerso en su primera pelea real con el Congreso.
Obama dará un esbozo de su presupuesto hoy y tiene previsto completar los detalles en las próximas semanas.
«No será un trayecto suave», pronosticó Maya Mac-Guineas, presidenta de la Comisión para un Presupuesto Federal Responsable, que quiere controles más severos para disminuir el déficit en gastos y programas de reformas costosas como es el caso del seguro social y el sistema de salud Medicare. (Anoche se supo que el monto que se incluirá en el presupuesto para la reforma sanitaria será de u$s 634.000 millones a gastar en 10 años).
Un posible punto de fricción, según MacGuineas, podría estar en torno al grado en que el Gobierno de Obama decida financiar el costo de las nuevas iniciativas con recortes iguales en otros programas domésticos en salud y educación. «Los demócratas podrían presionar y decir que eso es muy agresivo y responder que hay una demanda contenida por un mayor gasto doméstico», dijo. El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, John Boehner, adelantó cómo sus compañeros republicanos reaccionarán ante el presupuesto de Obama, cuando dijo en un comunicado el martes por la noche que Washington debería instituir «un congelamiento del gasto de manera que podamos ordenar nuestro presupuesto».
En vista de que los demócratas controlan la Casa Blanca y el Congreso, no se espera que la idea de Boehner gane mucha fuerza.
El Congreso se prepara para un panorama presupuestario a 10 años de la Casa Blanca que no es agradable: el gasto federal superando los dos billones de dólares anuales y un déficit presupuestario astronómico durante el primer Gobierno de Obama.
Mientras que la Casa Blanca ha prometido recortar a la mitad esos déficit, funcionarios del Gobierno dicen que aun así se mantendrían en u$s 553.000 millones en 2013, el año en que anteriores presupuestos esperaban ver un equilibrio.
Pero esas esperanzas se disiparon el año pasado al generarse una severa recesión económica que ha disminuido los ingresos del Gobierno.
Al mismo tiempo, el gasto federal trepó a niveles nunca antes vistos, mientras los funcionarios avanzan para estimular la economía con u$s 787.000 millones en gasto y recortes impositivos y otros u$s 700.000 millones para rescatar el maltrecho sector financiero. El Congreso aprobaría un plan de presupuesto hacia principios de abril.
Agencia Reuters
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