29 de septiembre 2010 - 00:00

Conciliador, Moyano aceptó límite que le impuso el PJ

-Quiero pedir disculpas por no haber informado antes sobre la orden del día.

Hugo Moyano eligió, en su primera frase, el tono conciliador. Manso, pausado, el camionero no dudó en pedir perdón -dijo que lo hizo por desconocimiento- para transmitir con ese gesto que, al menos por ahora, no llega con ánimo belicoso a la jefatura del PJ bonaerense.

El efecto de esa actitud, sintomática, se registró un rato después, cuando el camionero aceptó postergar para una cumbre futura la designación del protesorero del partido, cargo donde pretende ubicar al diputado Omar Plaini, operador en la Corriente Sindical.

Fue el momento en que, por primera vez, Moyano y el cacicazgo del peronismo de Buenos Aires se trenzaron sobriamente, con cautela, sin alaridos, en una discusión sobre el reparto del poder dentro del partido.

Primero se allanó el nombramiento de Alberto Descalzo como tesorero en lugar de Patricio García -que no es consejero y, por lo tanto, no puede ocupar ese cargo según la nueva ley de partidos-, apenas estorbado por el propuesto que acusó tener muchas responsabilidades.

Allí entró en debate la cuestión del protesorero.

-Yo tengo una propuesta

-dijo Moyano, sin anticipar nombres, aunque se sobrentendía que se refería a Plaini.

-Lo mejor sería que lo analicemos con cuidado, porque los cargos reflejan un equilibrio de las secciones -intercedió Baldomero «Cacho» Álvarez.

-Es necesario que se considere la postura de Hugo -arriesgó Dulce Granados, pero el propio Moyano la silenció.

-Analicemos todo y lo resolvemos la semana que viene -se replegó el jefe de la CGT:

El expediente se discutirá más adelante y puede ser motivo de un tironeo: en el partido quieren que sea Andrea García, viceministra de Agricultura nacional, la que quede como protesorera; Moyano impulsa a Plaini, que antes debe jurar como consejero, en lugar del camionero o del ausente Abel Frutos. Se verá.

En su debut, Moyano desplegó un menú de propuestas para mostrar al partido activo, Lanzó una campaña de afiliación masiva -la última fue en 2008-, planteó que haya reuniones los últimos martes de cada mes y, además, «visitas» del Consejo a distintos municipios.

El destino inicial será Mar del Plata, donde Moyano se formó como gremialista. Para no incomodar, deberá caminar sobre algodones. Anoche mismo, el PJ marplatense propuso que la cita sea en la sede del partido. Es decir: no en un local sindical.

Esas sutilezas, que Alberto Balestrini conocía, requerirán un aprendizaje de Moyano o serán producto de chispazos recurrentes. Otro caso: propuso «accionar» sobre los PJ distritales que están en manos de dirigentes no aliados al kirchnerismo.

Invocó una carta que le envió un peronista de Balcarce Héctor Dimuro, pidiendo que intervenga el PJ del distrito que controla Gabriel Petruccelli, ligado a Francisco de Narváez. Moyano pidió castigo ejemplar, pero Osvaldo Gooicoechea pidió que eso lo evalúen los consejeros de la sección.

En rigor, el caso Balcarce no es el único: el PJ de Necochea está en manos de Gerónimo «Momo» Venegas, amigo y ex socio de Moyano. ¿Pedirá, en ese caso, también que se expulse a los disidentes o promoverá, como quiere en Balcarce, una intervención?

Simple: Moyano tuvo ayer una aproximación veloz al universo de sobrentendidos, parcelas y tabúes con que se rige, desde hace años, el PJ bonaerense.

Así y todo, en ningún momento, el camionero perdió la compostura. Anoche, incluso, celebró con un puñado de caciques sindicales el «buen clima» de la reunión donde invitó, sin demasiada euforia, a que el PJ bonaerense participe del acto del 15 de octubre en River, por el Día de la Lealtad.

En el revoleo, «Cacho» Álvarez también cursó su propia invitación para el acto que prepara para el 9 de octubre en Arsenal.

El resto fue formalismo. Un obvio mensaje de apoyo al Gobierno nacional y provinciales, extendido a los municipios, y la aprobación de las actas anteriores. Y fue allí donde, desde el pasado, brotó un tema de tórrida actualidad: la postura del PJ sobre las colectoras.

Se aprobaron dos actas: uno de la asunción de Moyano el 24 de agosto pasado y otra de la última cumbre partidaria con Balestrini, de noviembre de 2009. Aquel atardecer, el Consejo en pleno respaldó la reforma política y rechazó el sistema de colectoras.

Los reunidos ayer, salvo ausencias forzadas, eran los mismos que menos de un año atrás firmaron aquella explícita negativa. Incluido Moyano.

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