31 de mayo 2021 - 00:00

Contagidos de covid: uno de cada tres, con asistencia psicológica

La evidencia sugiere que la pandemia de covid-19 se asocia a problemas de salud mental y malestar psicológico significativo.

Desde el Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires se estudió el impacto psicológico de la pandemia en Argentina durante 2020. En total, participaron 10.149 personas de todo el país.

El porcentaje de personas en riesgo de trastorno psicológico se incrementó significativamente de 4,86% (marzo) a 10,24% (octubre) en toda la Argentina.

En octubre, 80% de los participantes reportó experimentar malestar psicológico, el 54,8% de los participantes reportó consumir alcohol y 46,5% consideró necesario un tratamiento psicológico.

A su vez, quienes presentaron riesgo de trastorno mental reportaron puntajes compatibles con riesgo suicida.

Impacto

Puede concluirse de estos datos, que el impacto psicológico de la pandemia durante 2020 es altamente relevante y debe considerarse junto con otros aspectos sanitarios.

El estudio del estado de salud mental durante la pandemia es crítico para diseñar intervenciones psicológicas adecuadas.

El acceso de la población a la atención de salud mental es crucial para atenuar el impacto psicológico de la pandemia y prevenir sus secuelas.

En 2021, ante las elevadas tasas de contagio, se estudió el impacto psicológico de la enfermedad en personas infectadas por covid-19.

Con un muestreo incidental, estratificado según regiones geográficas del país, se analizaron los datos de 742 participantes infectados.

Una de cada tres personas infectadas por covid-19 realiza hoy tratamiento psicológico y dentro de quienes no realizan tratamiento psicológico, el 67% dice necesitarlo.

El 24% de los participantes reportó sintomatología ansiosa severa y el 56,74 % presentó puntajes compatibles con un Trastorno Depresivo Mayor.

El 39,89% de los participantes reporta haber cambiado su tendencia a pensar en la muerte y/o en el suicidio a partir de la pandemia.

El 64,4% de los participantes reportó fallas cognitivas (entre leves, moderadas y severas).

Según los análisis estadísticos, las personas que han sido infectadas por coronavirus y se perciben de sectores socioeconómicos bajos y menor nivel educativo reportan mayores niveles de sintomatología ansiosa, depresiva y riesgo suicida.

Además, quienes experimentaron fiebre, falta de aire y necesitaron asistencia respiratoria reportaron niveles significativamente mayores de sintomatología ansiosa y depresiva.

En tercer lugar, quienes estuvieron internados reportan mayores cambios negativos en su atención y memoria.

Cristian Garay

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