Washington - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió ayer en sus críticas contra la Reserva Federal, calificando las alzas de tasas de interés como una política "ridícula" que está haciendo más caro para su Gobierno la financiación de su crecientes déficits, aunque dijo que no planea cesar al presidente de la entidad, Jerome Powell. "No voy a despedirlo", aseguró.
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"Estoy pagando intereses a una tasa más alta por nuestra Fed. Y me gustaría que nuestra Fed no sea tan agresiva porque creo que está cometiendo un gran error", dijo Trump en una entrevista en el programa "Fox & Friends".
Se trató de su segundo ataque contra el banco central en las últimas 24 horas, tras una caída de las acciones en Wall Street atribuida parcialmente a un ajuste de los inversores al ciclo de alzas de tasas de la Fed, así como un aumento de los rendimientos de los bonos a largo plazo del Tesoro.
Anteriores mandatarios ya habían criticado a sus banqueros centrales, pero esta vez se trató de un ataque inusual incluso hasta para Trump. Desde el cierre de Wall Street el miércoles, ha llamado a la Fed "demente", "loca", "ridícula" y ha dicho que "está haciéndose la lista", afirmando que sus alzas de tasas son "demasiado agresivas" y un "gran error".
"En mi opinión, el problema son los bonos y la Fed. Creo que la Fed se ha vuelto loca y no tiene razones para hacerlo y no estoy contento", señaló.
El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo que las opiniones de Trump no influyen en las decisiones de la Fed.
"Sabemos que la Fed es independiente. El presidente no va a dictar la política de la Fed. Ni remotamente dijo algo así...", dijo Kudlow ayer en la cadena CNBC.
Agregó que la Fed emprendió "la transición de dinero muy, muy barato... a algo más normal", mediante la suba gradual de las tasas.
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