6 de enero 2014 - 00:11

Empresarios, a examen cada 15 días para cumplir el acuerdo de precios

• El secretario Augusto Costa les dirá si faltan los productos y si se cumplió el pacto.
• Sólo así escuchará quejas.

Guillermo Moreno, Augusto Costa
Guillermo Moreno, Augusto Costa
Todas las empresas que adhirieron al acuerdo de congelamiento de precios que hoy comenzará a regir oficialmente, especialmente las multinacionales, deberán rendir examen cada 15 días. El examinador será el propio secretario de Comercio, Augusto Costa, que, en teoría, contará en su escritorio con el informe de los militantes que ahora controlarán que el pacto funcione, y que indicará si los precios no aumentaron y si los productos están en tiempo y forma en las góndolas supermercadistas. Sólo si estas dos condiciones se cumplen, el funcionario promete escuchar las quejas de los privados y los seguros argumentos por los cuales asegurarán que sostener el congelamiento es cada vez más difícil. Allí, Costa determinará si las explicaciones son sólidas o débiles y si ameritan atender algún eventual reajuste de precios ante lo pactado anteriormente.

Desde la próxima semana circularán así por el despacho que hasta hace poco ocupaba Guillermo Moreno los mismos empresarios que escuchaban las filípicas del exsecretario de Comercio Interior en sus días de mandamás de los precios de las góndolas. En la primera etapa de convocatoria de privados, los que se harán presentes serán los responsables de los supermercados Carrefour, Walmart, Cencosud (Disco y Jumbo), La Anónima (fuerte en el interior del país) y Coto. Sobre esta última compañía, dentro del Gobierno cayeron bien las explicaciones que Alfredo Coto dio sobre por qué considera que en esta oportunidad sí el control de precios funcionará y porqué los anteriores dos intentos morenistas no lo consiguieron. En la actual Secretaría de Comercio Interior se recuerda que Coto era una especie de aliado, o nexo, entre los supermercadistas y el supersecretario, con lo que haberlo pasado a las huestes de Axel Kicillof y Costa no es poco, al menos para la mirada oficial. Luego de los comerciantes, los que comenzarán a sentarse en el escritorio del edificio de Diagonal Norte, serán los responsables de empresas como Molinos, La Serenísima, SanCor, Nidera, Coca Cola, Arcor, Ledesma, Pepsico, Unilever, Milkaut, Quilmes, Canale, Mondelez, Quickfood, Nestlé, Alicorp, Procter & Gamble, Danone, Johnson & Son, Menoyo, Bimbo, Paladini, Colgate, Celulosa, Las Marías y La Virginia. Todas estarán acompañadas por la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) y el resto de las cámaras de los sectores que representan a los privados. Saben las empresas que serán consideradas, más que los supermercadistas, las responsables de que el acuerdo se cumpla, y que cualquier faltante será considerado algo parecido a la sedición por la actual conducción de la Secretaría de Comercio Interior. En este punto algunos de los empresarios extrañarán seguramente a Moreno, que con sus maltratos consideraba a varios de los privados como dentro del proyecto y no como los enemigos a vencer.

Para dejar ayer claras las posiciones, habló Costa. El funcionario llamó a "cuidar los precios" y apuntó contra los empresarios que no están dispuestos a relegar un mínimo margen de rentabilidad para colaborar con la economía del país. "La lógica empresarial maximizadora de beneficios pone ciertos límites a la justicia redistributiva. Estamos apuntando a limitar la capacidad de los formadores de precios de apropiarse de lo que no les toca", consideró Costa, poniendo en blanco sobre negro qué es lo que piensan en la secretaría sobre la función del empresario privado en la Argentina de hoy. Según Costa "el patrón de crecimiento argentino tenga una lógica en la cual el Estado, mediante todas sus herramientas de incentivo a la demanda, a la industria y con su política de ingreso dinamiza el mercado interno, genera condiciones para el crecimiento, para la obtención de rentabilidad en muchos sectores y para la mejora en las condiciones de vida de la población."

"Pero nuestra economía en el último cuarto del siglo XX se concentró de una manera alarmante. Eso se da en muchos sectores, como productores de bienes de consumo masivo, insumos difundidos y también las ventas minoristas. Entonces el Estado, pendiente de dinamizar la demanda, se encuentra con esta estructura heterogénea y concentrada en algunos sectores", explicó.

Dijo que cuando el Estado fomenta la demanda bajo las condiciones de mercado descriptas, los actores que tienen capacidad de formar precios pueden apropiarse de rentabilidad extraordinaria.

En total, serán unos 201 productos los que desde hoy deberían encontrarse en tiempo y forma en las góndolas y a los precios de los listados que distribuyó el Gobierno el fin de semana. Por ahora sólo se los encontrará en la Capital Federal y el conurbano, pero se promete que en no más de 10 días los supermercados chinos (locales de cercanía, en la jerga de los funcionarios) estarán también comprometidos; al menos, con la mitad de esos productos.

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