En la recta final, el Clausura tiene tres candidatos firmes
Después de varias fechas el torneo Clausura cambió de mano y el nuevo puntero es Lanús, un equipo que ha tenido actuaciones irregulares, mostrando (en las más) buen fútbol y la capacidad goleadora de José Sand y otras errores casi infantiles en defensa, incluido su veterano arquero Carlos Bossio, que pasó de ganar un partido con un pase de 60 metros a perderlo por sacar corto y entregarla a un rival.
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Vélez aguantó la punta y su invicto casi desde el principio. El equipo de Ricardo Gareca engranó muy rápido con sus tres refuerzos, ya que Sebastián Domínguez le dio seguridad a la defensa (que se acentuó con la aparición del juvenil Otamendi); Maximiliano Moralez fue la cuota de fútbol y Joaquín Larrivey tuvo una seguidilla goleadora muy interesante.
Pero el equipo empezó a decaer y a tener dificultades como la lesión de Nicolás Cabrera que lo dejó fuera del campeonato o las de Ocampo y el propio «Maxi» Moralez, que le redujeron la cuota de buen juego.
Después de dos empates consecutivos (el último agónico e inmerecido ante Racing) se quedó sin invicto y como consecuencia de los 7 puntos perdidos, sobre los últimos 9, también perdió la punta.
Atrás de Lanús y Vélez (que están separados por un punto) y a la misma distancia está el sorpresivo Huracán de Ángel Cappa. El equipo que más lindo juega y que tiene como revelaciones a Matías de Federico (llamado por Maradona para la Selección local) y Javier Pastore, del que Cappa asegura tiene futuro mundialista.
Estos tres equipos parece que serán los animadores del torneo hasta el final, aunque Colón siga a cuatro puntos, pero su irregularidad y la marcha firme de los otros tres lo ubican un paso atrás.
En cambio River, Estudiantes (que piensa más en la Copa que en el campeonato) y Godoy Cruz (que quiere mantener la categoría y no jugar la promoción) quedaron a 8 puntos, que faltando 15 les hace casi imposible pelear por el título.
Faltan 5 fechas y el torneo Clausura todavía no tiene dueño, pero mostró un nivel de juego y una discusión de estilos como no pasaba hacía mucho tiempo en el fútbol argentino y eso es muy saludable.
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