¿Fórmula 1 en 2010?

Bernie Ecclestone anunció en Montecarlo que comenzó tratativas con gente de la Argentina para que la Fórmula 1 retorne al país.

Cuando a la salida del circuito de Montecarlo, Bernie Ecclestone señaló: «Estoy en conversaciones con gente de la Argentina para que la Fórmula 1 retorne a la tierra de Juan Manuel Fangio», más de un amante del automovilismo deportivo comenzó a soñar con esa posibilidad.

No es una utopía, pero tampoco hay nada concreto. Lo cierto es que recién comenzaron las conversaciones preliminares. La revelación del dueño de los derechos de comercialización de la máxima categoría del automovilismo mundial sorprendió, ya que en los últimos tiempos la Argentina no figura en el radar de los grandes negocios mundiales ni es considerada un mercado atractivo internacionalmente para las compañías, claves en el multimillonario entramado de la Fórmula 1.

No obstante, las declaraciones de Ecclestone fueron ambiguas, ya que no dijo con quién de la Argentina habló.

A partir de ese momento, la misión fue conocer quién había sido el interlocutor del británico.

Ámbito Financiero se comunicó con Felipe Mc Gough, periodista especializado y empresario allegado a Ecclestone, quien dijo desconocer la información y la calificó «como una locura». Cuando se lo consultó sobre si había sido él con quien habló Ecclestone, el argentino lo negó y señaló: «Estoy tomando el vuelo hacia Montecarlo, donde se corre una fecha este fin de semana y ahí hablaré con Bernie».

Dejando de lado a Mc Gough, quedaba por dilucidar qué provincia podría albergar a la Fórmula 1 en 2010.

Se pensó en Buenos Aires y en San Luis como las dos con mayores posibilidades, pero desde Buenos Aires, donde el actual gobernador, Daniel Scioli, es un amante de los deportes y un incansable trabajador para el desarrollo del turismo de la provincia, lo desmintieron terminantemente, argumentando que no era el momento para emprender una empresa tan complicada en plena campaña electoral.

En la Argentina ya se corrió, pero hace ya más de 10 años, en el Autódromo Alfredo y Juan Gálvez de Buenos Aires, pero el bajo presupuesto del circuito y la imposibilidad de una rápida remodelación descartan al Circuito de Buenos Aires.

La otra provincia que podría llevar a la Fórmula 1 es San Luis, y el Circuito Potrero de los Funes es el que toma fuerza, ya que la temporada pasada albergó una prueba de la FIA GT y dejó muy buena imagen.

Desde la provincia puntana, el ministro de Turismo, Cultura y Deportes, Bartolomé Abdala, confirmó que un funcionario del Gobierno de San Luis tuvo contactos con Ecclestone.

«Las conversaciones recién comenzaron, pero en noviembre llegaría a San Luis un Renault con algunos de sus dos pilotos oficiales para probar el autódromo de Potrero de los Funes, que fue construido el año pasado».

Continuando atando cabos, y conociendo las palabras de Ecclestone, desde Montecarlo, el asturiano de Renault, Fernando Alonso, se mostró entusiasmado con la posibilidad de correr en la Argentina.

«No conozco la Argentina, nunca he ido», recordó tras los entrenamientos libres de ayer en Montecarlo.

«Tampoco conozco el circuito lógicamente, pero claro que me gustaría ir allí, todos los circuitos nuevos que han llegado en los últimos años son un Gran Premio interesante, porque hay un nuevo ambiente, cultura, un viaje por hacer. Tiene más cosas buenas que malas el albergar un nuevo Gran Premio, así que ojalá...», terminó diciendo con entusiasmo el español.

Trascendió que una de las condiciones para el retorno de la categoría al país sería la construcción de un nuevo autódromo o que el Gran Premio se corra en un circuito callejero.

Sin embargo, una de las mayores trabas sería la presentación de una garantía de 50 millones de dólares.

Desde el Automóvil Club Argentino, el presidente de la Comisión Deportiva Automovilística CDA, Carlos García Remohi, manifestó desconocer la gestión del titular de la Fórmula 1.

Lo cierto y concreto es que San Luis picó en punta para repatriar la Fórmula 1.

La última imagen de la categoría en el país fue en 1998, cuando el ahora ex piloto Michael Schumacher festejó el triunfo de Ferrari.