18 de diciembre 2017 - 23:32

Ganó Piñera en el balotaje y Chile vuelve a girar a la derecha

El presidente electo se comprometió a seguir adelante con las reformas emprendidas por Bachelet y fortalecer la economía. La centroizquierda queda herida.

REGRESO. Sebastián Piñera celebra junto a su esposa Cecilia Morel en Santiago.
REGRESO. Sebastián Piñera celebra junto a su esposa Cecilia Morel en Santiago.
Santiago de Chile - El candidato conservador Sebastián Piñera se impuso con un 54,58% de los votos en el balotaje de las elecciones presidenciales de Chile sobre el oficialista Alejandro Guillier (45,42%) y en marzo recibirá los atributos del mando de parte de la presidenta Michelle Bachelet.

Pese al nuevo giro hacia la derecha, el empresario se mostró abierto a continuar con las reformas sociales emprendidas por su antecesora, aunque sin cerrarle la puerta a un modelo económico de libre mercado. En el Congreso deberá negociar para poder sacar adelante sus proyectos, entre ellos, la rebaja de impuestos a las empresas, que fue aprobada por la actual administración. Con todo, el futuro de la centroizquierda era una incógnita, luego que la coalición se desintegrara y no lograran aglutinar a sus votantes.

"Se escuchó fuerte y clara la voz de los chilenos. Unidos vamos a transformar a Chile en un país desarrollado, en un país sin pobreza", dijo Piñera en su primer discurso como presidente electo frente a una multitud.

Guillier reconoció la derrota.

Las primeras mesas del veloz escrutinio dieron alguna esperanza al senador socialista Guillier, alimentadas también por una clara diferencia en su favor en el voto de los chilenos residentes en el exterior, pero desde el momento en que el recuento alcanzaba al 10% de las mesas, la diferencia en torno a los 9 puntos se mantuvo constante hasta el final del conteo. "Hemos sufrido una derrota dura", dijo Guillier a las 19:45, al admitir la victoria de Piñera, al hablar ante sus seguidores, reunidos en el Hotel San Francisco, a pocas cuadras del Palacio de La Moneda.

Como contracara, en el comando de campaña de Chile Vamos, ubicado en el Hotel Crowne Plaza, a metros de la tradicional Plaza Italia, el clima se tornó festivo cuando llegó la información de que con el 45% de las mesas escrutadas la tendencia se mantenía firme. Y no fue la única zona de festejos: en todas las comunas de la capital chilena, y también en regiones, simpatizantes de Piñera salieron a la calle a festejar el triunfo de su candidato en autos, con banderas nacionales, bocinazos y con cánticos. En algunas celebraciones en Santiago se observó la presencia de bustos y fotografías del ex dictador Augusto Pinochet (1973-1990).

Poco después de las 20, Bachelet cumplió con la formalidad republicana de llamar personalmente a su sucesor electo para felicitarlo y acordar el horario en el que hoy lo visitará en su domicilio para comenzar a acordar los términos de la transición. La cita será a las 9 hora local en el domicilio de Piñera, el la recoleta comuna de La Condes, desayuno mediante, como indica la tradición.

Ambos mandatarios son experimentados en estos intercambios, ya que es la tercera vez que se traspasarán el mando entre sí. Bachelet le entregó el mando a Piñera en 2010, luego recibió los atributos de manos de éste, en 2014, y ahora se los devolverá.

"Lo llamo para felicitarlo por su triunfo y desearle una buena gestión en su mandato, porque ambos queremos el bien para Chile", expresó Bachelet a Piñera en un llamado que ya es una tradición republicana en Chile.

A su vez, el nuevo presidente electo le dijo que "le agradezco mucho sus palabras. Nunca he tenido la menor duda de que tanto usted como yo quiere lo mejor para Chile".

Antes de cerrar la comunicación, que fue transmitida en vivo por la TV local, el mandatario electo agregó: "En cierta forma, la envidio sanamente porque podrá descansar y disfrutar de la vida. Usted lo sabe mejor que yo, presidente, nunca ha sido fácil ser presidente de Chile".

La mandataria realizó su llamado desde su despacho en el Palacio de La Moneda y Piñera desde una oficina en su comando, en el Hotel Crowne Plaza.

Poco antes de las 21, Guillier, acompañado de su esposa, María Cristina Fraga, ingresó al bunker de Chile Vamos para saludar personalmente al ganador. Piñera lo esperaba flanqueado por su esposa, Cecilia Morel. "Hemos venido con mi señora e hijos a saludar al presidente electo de la República, don Sebastián Piñera, con su esposa Cecilia Morel, y en el espíritu republicano que significa una elección tan impecable como la que hemos tenido hoy en Chile, con incluso una mejora en la participación y con un ganador neto, claro, categórico, y por lo tanto en esa condición vengo a prestarle mi saludo y al mismo tiempo decirle que estaré en la oposición como corresponde a nuestro rol, pero será una oposición constructiva", dijo el senador.

Aunque en esta elección no estuvo en juego el modelo económico de libre mercado, la victoria de Piñera refuerza el giro hacia la derecha en América del Sur.

Aún no quedaba claro si los resultados de ayer pondrán en riesgo la supervivencia de la actual alianza oficialista -socialistas, radicales, comunistas, democratacristianos-, que ha dominado la política chilena por décadas. La derrota sufrida por el pacto gobernante en esta elección es una señal de alarma respecto a la falla de Guillier en aglutinar a todas las fuerzas políticas progresistas detrás de su candidatura. Ni el apoyo conseguido del joven movimiento de izquierda Frente Amplio, cuya candidata logró un sorprendente tercer lugar en la primera vuelta, fue suficiente para darle el triunfo a Guillier.

Agencias Reuters, DPA,

Télam, y Ámbito Financiero

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