“Memoria” es una muestra retrospectiva de Boris Lurie artista ruso-norteamericano (Leningrado, hoy San Petersburgo, 1924-Nueva York 2008), que se exhibe simultáneamente en el Museo Judío y en el Centro Cultural Borges con la curaduría de Liliana O. de Flugelman y Cecilia González, respectivamente. Organizada por la Boris Lurie Art Foundation (BLAF) de Nueva York termina en Buenos Aires una gira que pasó por distintos países latinoamericanos, se imprimió un excelente catálogo bilingüe con textos de ambas curadoras, los rabinos Simón Moguilevsky, Sergio Bergman, Jimena Pautasso, directora del Centro Cultural, el crítico de arte Julio Sapollnik, el antropólogo Iván Chergovsky, y Eckhart J. Gillen, experto en arte del siglo XX, quienes analizan desde diversos puntos de vista la obra de este artista y las series que la componen.
Imperdible doble exposición en homenaje al artista Boris Laurie
En el Museo Judío y en el Centro Cultural Borges se exponen obras del creador ruso-estadounidense.
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Boris Laurie. Dos de las obras del artista fundador del “NOt Art” en la doble muestra retrospectiva, correspondientes a distintos momentos de su creación.
Nacido en el seno de una familia acaudalada que debió exiliarse en Riga, Latvia, cuando esta es anexada en 1940 a la Unión Soviética bajo el régimen stalinista. En 1941 los nazis entraron en Latvia y los judíos fueron recluidos en el Gran Ghetto. Su abuela, su madre, su hermana y su novia fueron asesinadas en el bosque de Rumbula. Solamente su padre y Boris sobrevivieron después de haber estado prisioneros en varios campos de concentración. En 1946 llegaron a Nueva York donde Boris comenzó a dibujar y pintar imágenes de sus recuerdos de la guerra. Expuso, volvió a Europa en 1951, realizó sus murales “Mujeres Desmembradas”. Al volver a Nueva York trabajó en ilustraciones publicitarias.
Hacia 1959 fundó el movimiento “NO! Art” con Sam Goodman y Stanley Fisher, creado con el objetivo de abordar temas como el imperialismo, la sociedad de consumo, el sexismo, el mercado de arte, la vulgaridad y la depravasión. El movimiento protestaba contra las guerras, el armamento nuclear, la difusión de la propaganda y la deshumanización de la cultura consumista. Entre los artistas estaban Enrico Baj obsesionado por lo nuclear, Allan Kaprow, un precursor de las performances, Yayoi Kusama el público recordará su muestra en el MALBA, Wolf Vostell, Erro, Jean Jacques Lebel .
Después de un viaje a Italia en 1962 al volver a Nueva York conoció a Gertrude Stein, sin ningún parentesco con la famosa escritora de la “Generación Perdida” pintada por Picasso, quien se convirtió en su galerista, socia y amiga por el resto de su vida, y es la actual Presidente de la Fundación Boris Lurie que en su texto cuenta el conocimiento de Lurie del español, de escritores y artistas argentinos además de saber que la Argentina fue refugio de mucha gente retenida en Europa y durante el Holocausto. Obra conmovedora, lacerante, testimonial, de un artista que invita a reflexionar sobre cómo el hombre no aprende, que debemos estar alertas , no olvidar y despertarnos, un llamado de un artista cuya obra y vida no están separadas.
Las series sobre la Guerra, las Mujeres Desmembradas, las pinturas 1955-1959, integrada por pinups, mujeres con poca ropa y actitud provocativa remiten a la publicidad de los 60 que los soldados atesoraban en sus armarios, las pizarras con fotos de los desaparecidos están en el repertorio de recursos a los que apelaba para manifestarse. Están las litografías sobre “Bailes de salón”, collages, pinturas, y esculturas del No!Art, los posters no montados, “Dios”, las esculturas con hachas, “hombres alterados”.
En su texto, Flugelman señala que “lo menos que produce es malestar, una reacción que remite a lo escatológico, visceral, ancestral y primitivo. Se siente el latigazo de su experiencia. Los campos de concentración , masacres, la muerte de las mujeres de su familia, marcaron su existencia”. Cecilia González, revela el carácter revolucionario de su obra, comprometido con la humanidad, su premisa fue “no olvidar” y su lucha contra todo aquello que no quería que volviese a suceder “nunca más”. Sin embargo, la humanidad en estos momentos trágicos de la invasión rusa a Ucrania, los ataques terroristas de Hamas, la indiferencia mundial, está mostrando que esas expresiones no parecen tenerse en cuenta. Imágenes impactantes con recortes periodísticos y fotográficos, verdaderas denuncias, la crítica a tomar a la mujer como objeto, muestra dolorosa, conmovedora , que demuestra su compromiso , su activismo ya que era un erudito y brillante en analizar el mundo del arte y la política. Lurie dejó su fortuna a sus amigos para que fundaran BLAF para contar su verdad al mundo.
Un testimonio de Gertrude Stein en un video resulta doloroso: “en el campo de concentración con la oscuridad y con la noche se sentía protegido. Durante el día existía la posibilidad de que vinieran por él. Así que el día era temor y la noche seguridad. Así era su vida.”
Otra frase de Lurie que hoy es más que premonitoria : “Cada vez soy más consciente de que algo así podría ocurrir en cualquier lugar , que los pueblos pueden ser manipulados y que todo depende de las clases dirigentes”.(Museo Judío, Libertad 769, hasta el 1 de diciembre. De lunes a viernes de 10 a 18. Centro Cultural Borges, Viamonte 525, hasta el 26 de noviembre . De miércoles a domingos de 14 a 20. Entrada libre y gratuita en ambas sedes)
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