9 de mayo 2019 - 00:02

Las grandes potencias, forzadas a optar entre Trump y el pacto con Irán

Lo hizo al cumplirse un año de la salida de Estados Unidos del acuerdo, al entrar en vigor sus represalias contra los países que compren petróleo persa y mientras llega un portaaviones al Golfo.

amenaza. Estados Unidos envió bombarderos B-52 al Golfo Pérsico en medio de un incremento de las tensiones con Irán. Afirma que busca impedir que la República Islámica acceda a armas nucleares.
amenaza. Estados Unidos envió bombarderos B-52 al Golfo Pérsico en medio de un incremento de las tensiones con Irán. Afirma que busca impedir que la República Islámica acceda a armas nucleares.

Teherán - Irán se topó ayer con nuevas amenazas de EE.UU. y con un aumento de la tensión bilateral al anunciar que dejará de aplicar “algunos de los compromisos” del acuerdo internacional de 2015 sobre su programa nuclear. Dijo actuar así en respuesta a la decisión unilateral de la Casa Blanca de retirarse de ese pacto hace un año y de restablecer sanciones.

Teherán anunció renunciará a otros compromisos si los restantes signatarios (Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania) no encuentran una solución en un plazo de 60 días para aliviar los efectos de las sanciones estadounidenses, en particular en los sectores petrolero y bancario, a las que se sumaron ayer otras nuevas.

El anuncio tuvo lugar en un clima de tensiones exacerbadas entre Irán y EE.UU., que el martes que envió un portaaviones con bombarderos B-52 al Golfo Pérsico.

Desde ayer “la República Islámica de Irán no se considera comprometida a respetar las restricciones concernientes a las reservas de agua pesada y uranio enriquecido”, afirmó el Consejo Superior de Seguridad Nacional en un comunicado.

El presidente Hasán Rohaní señaló que estas medidas son conformes al acuerdo de Viena que permiten a las partes suspender parcial o totalmente algunos compromisos en caso de incumplimiento de una contraparte.

El acuerdo “necesitaba una intervención quirúrgica luego de que un año de sedantes no produjera ningún efecto”, declaró Rohaní. “Esta operación está destinada a salvarlo, no a destruirlo”,insistió.

El emisario estadounidense para Irán, Brian Hook, advirtió por su parte que su país “nunca será rehén del chantaje nuclear del régimen iraní” y subrayó que una posible aceleración del plan nuclear es “contrarios a las normas internacionales”.

El presidente ruso Vladímir Putin denunció la “presión irracional” que sufre Irán a raíz de “decisiones irreflexivas y arbitrarias”, que provocan “medidas enojosas”, declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

China, en tanto, aseguró que “mantener y aplicar el acuerdo es responsabilidad de todas las partes”, según el portavoz de la diplomacia china, Geng Shuang.

Israel, feroz enemigo de Teherán y que considera el plan atómico persa una “amenaza existencial”, afirmó que no permitirá que Irán acceda a esas armas.

Arabia Saudita y el resto de las monarquías sunitas del golfo también son rivales estratégicos del gigante chiita.

Alemania llamó a Irán a respetar la “totalidad” del acuerdo nuclear y para el Reino Unido, la decisión es “inoportuna”. Convalidado por una resolución del Consejo de Seguridad la ONU, el acuerdo logró un levantamiento parcial de las sanciones internacionales a las que estaba sometido Irán.

A cambio, la República Islámica aceptó limitar de manera drástica su programa nuclear y se comprometió a no buscar dotarse el arma nuclear.

Pero al juzgar que el acuerdo no ofrecía garantías suficientes,el presidente estadounidense Donald Trump retiró a su país hace exactamente un año y restableció sanciones contra Teherán.

A cargo de verificar la aplicación del acuerdo por parte de Irán, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) certificó hasta el momento que Teherán respetaba sus compromisos.

Pese a eso, Trump impuso la línea dura y afectó duramente a la economía de la República Islámica y sus relaciones comerciales con los otros países involucrados.

Los europeos, China y Rusia reiteraron su compromiso, pero se mostraron incapaces de respetar su promesa de permitir que Irán se beneficie de las ventajas económicas del acuerdo.

La Unión Europea (UE) intentó crear un mecanismo para permitir a Irán que continúe comerciando con sus empresas eludiendo las sanciones estadounidenses, pero el margen efectivo para lograrlo ha sido reducido al máximo por Trump, que planea incluso sancionar a los países que compren petróleo al régimen islamista.

El último 2 de mayo, la Casa Blanca anunció el fin de la prórroga que había dado a China, India, Italia, Grecia, Japón, Corea del Sur, Turquía y Taiwán y que esos países debían dejar de comprar crudo iraní o enfrentar sanciones.

“Nuestros amigos en Rusia y China mantuvieron muy buenas relaciones con nosotros este año. Pero el resto de los participantes no cumplió ninguna de sus obligaciones”, dijo ayer el canciller iraní Mohammad Javad Zarif durante una visita a Moscú. Por su lado el canciller ruso Serguéi Lavrov aseguró que Moscú va a “esforzarse” para “convencer” a los europeos de que cumplan lo prometido.

Teherán advirtió que si al cabo de 60 días los otros países no encuentran una solución, dejará de respetar las restricciones sobre el grado de enriquecimiento de uranio o las medidas relativas a la modernización del reactor de agua pesada de Arak, en el centro de Irán.

“La ventana que está abierta para la diplomacia no permanecerá de este modo mucho tiempo, y la responsabilidad del fracaso y sus probables consecuencias incumbirán por completo a Estados Unidos” y a las otras partes del acuerdo, agregó Teherán.

Agencias AFP, Reuters y ANSA

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