10 de noviembre 2016 - 13:16

La incertidumbre económica mina la estrategia de Argentina

• ANALISTAS ADVIERTEN QUE EL MUNDO ESTÁ EN PRESENCIA DE UN "CISNE NEGRO"
Si el presidente electo cumple con sus anuncios de campaña, podría dar lugar a una crisis similar a la de 1930.

GANADOR. Luego de la maratónica jornada electoral, que finalizó ayer a la madrugada con su discurso triunfal a las 3.00 hora local en Nueva York, el presidente electo se tomó el día de descanso.
GANADOR. Luego de la maratónica jornada electoral, que finalizó ayer a la madrugada con su discurso triunfal a las 3.00 hora local en Nueva York, el presidente electo se tomó el día de descanso.
Nueva York (enviado especial) - El triunfo de Donald Trump dejó a los Estados Unidos en shock. Analistas que, descreídos, hasta hace pocos días se negaban a comentar sobre esa posibilidad, ahora se manifiestan casi desesperados ante un rumbo económico prometido al que no le encuentran pies ni cabeza. "La incertidumbre es demasiado grande", le dijo a Ámbito Financiero Robert Erikson, politólogo y profesor de Columbia University. "Estamos ante una sorpresa espectacular", completó.

Cuando Mauricio Macri anunció su apoyo a Hillary Clinton, postura refrendada más cautamente por la canciller Susana Malcorra, hizo dos cosas: identificar claramente por dónde pasaba el interés de su Gobierno y actuar con precipitación. No es que esa declaración lo enemistará con el exsocio de la familia Macri en un emprendimiento inmobiliario, pero lo obliga a desandar un camino que comenzó con un roce innecesario.

Suspenso

Hillary era, para la Argentina, garantía de bajas tasas de interés por, al menos, un par de años, facilidad para que los capitales financieros siguieran cubriendo un déficit fiscal que se pretende reducir (demasiado) gradualmente y una posibilidad grande de avanzar en un acuerdo de libre comercio, tal la visión confesada de la administración macrista. Con Trump en la Casa Blanca todo so vuela por el aire.

Alberto Bernal, jefe de Mercados Emergentes y estratega global de XP Securities en esta ciudad, le dijo a este enviado que "el mundo está en presencia de un verdadero 'cisne negro', que cambia absolutamente todas las predicciones que se podían hacer hasta ahora".

Para el especialista, se abren una opción y hierro: "O Donald Trump traiciona a sus electores o cumple lo que les prometió. El primer caso sería una buena noticia para el mundo; el segundo, anticipa una guerra comercial que nos llevaría a un escenario similar al de 1930. Sí, es tan dramático como eso", explicó con visible preocupación.

Y lo fundamentó. "¿Realmente se puede pensar que imponga aranceles del 45% a los productos chinos y que no pase nada, que no haya repercusiones?".

Robert Y. Shapiro, analista político y también profesor de Columbia, confiesa no tener idea de cómo gobernará el magnate. "Lo único que puedo pensar es que si actúa con racionalidad, podría encontrar espacio para bajar los impuestos y reducir las regulaciones. Tiene que hacer la paz con los republicanos del Congreso".

Sería lo que Bernal define como el "escenario Tsipras", el de un líder que llegó al poder con un discurso radical pero que pronto dio un giro realista. "Pero no podemos estar seguros de eso, no sabemos si en realidad no es un Chávez estadounidense", añadió.

Mientras se despejan las incógnitas, un proceso que debe durar al menos "varias semanas", según el hombre de XP Securities, toda la agenda de economía internacional de la Argentina queda en suspenso. El especialista era optimista sobre el futuro de la Argentina y de la región, pero esa impronta quedó en él de pronto congelada.

"Todo lo que son inversiones lo estamos frenando. De libre comercio, ni hablar. Y lo que ocurra con la tasa de interés va a depender de si logra organizarse con el Partido Republicano, bajar su programa proteccionista y lograr un entendimiento para lanzar un paquete de estímulo fiscal. Pero eso hoy por hoy sería una sorpresa", siguió Bernal.

Incluso en el escenario más benévolo, un paquete de estímulo (Trump habló de gastar un billón de dólares a diez años para la mejora de la infraestructura local) implicaría "tasas de interés un poco más altas".

Eso implicaría crédito más caro para los emergentes, un deterioro del precio de nuestras materias primas de exportación inversores más tímidos para viajar tan al sur.

Por lo pronto, hay que esperar señales. Pero, por las dudas, no vendría mal que vayamos pensando en un plan B.

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