Lo más fácil es culpar a la Reserva Federal

Francamente no recordamos ningún plan de estímulo económico que haya sido tan mal recibido como el que anunció el 3 de noviembre la Reserva Federal. No nos referimos únicamente a la baja que han venido mostrando prácticamente todos los activos financieros (irónicamente las tasas y el dólar se han movido hacia arriba) sino a que como nunca antes los principales líderes económicos internacionales, miembros del Congreso, economistas y hasta el mismísimo Alan Greenspan salieron a criticar ferozmente esa idea de emitir u$s 600.000 millones para comprar bonos emitidos por el Tesoro a ver si con ello se logra reinflar la economía.

En el pasado lo típico fue escuchar en público las voces apoyando lo resuelto por la Reserva Federal, mientras los cuestionamientos se efectuaban en voz baja y de manera reservada. Pero está visto que la Fed no es lo que era, así como -ante el contexto internacional- los EE.UU. tampoco lo son. Es cierto que a lo largo de las últimas jornadas se ha podido vincular el malhumor en Wall Street con sucesos del extranjero, pero salvo la crisis europea (Irlanda para la cual, a pesar de su renuencia la CE tendría ya preparado un paquete de ayuda por u$s 150.000 millones, Portugal y esperemos que no se incremente la española) casi todos tienen que ver con la política económica norteamericana (Fed+Obama). Podemos entonces argüir que el anuncio del incremento de las tasas en Corea del Sur disparó ayer el 0,86 por ciento que ganó el dólar y que esto se vinculó con el 1,59 por ciento que perdió el Dow al cerrar en 11.023,5 puntos.

Las cosas se complicaron con los rumores que China estaría por volver a imponer un control de precios sobre los alimentos para frenar su suba y posibles restricciones a las importaciones -sin descartar la suba de tasas- lo que podría matar el alza de varios commodities, a lo que podemos agregar el relativo desplome de los bonos municipales ante los temores que California deba reestructurar su deuda en un par de meses. Con este trasfondo la baja del Dow casi parece una suba.