15 de septiembre 2010 - 00:00

Macri quiere ley para pagar $ 1.000 M extras

Mauricio Macri ayer, en una exposición que realizó durante un almuerzo en el Club del Petróleo, en un hotel del barrio porteño de Retiro.
Mauricio Macri ayer, en una exposición que realizó durante un almuerzo en el Club del Petróleo, en un hotel del barrio porteño de Retiro.
El Gobierno porteño comenzará esta semana lo que será la medición del clima legislativo para enviar la ley presupuestaria para 2011, con un cálculo de erogaciones por cerca de $ 20.000 millones. Pero, para saber con qué chances contará para su votación, primero busca probar con el desembarco del proyecto de ampliación de las partidas para este año, que necesita para usar los fondos de la recaudación que superaron las previsiones. Solamente durante agosto el pago de impuestos superó en un 46% al mismo mes de 2009, con $ 1.416 millones en el conjunto de tributos.

La administración macrista tiene previsto enviar hoy ese pedido a la Legislatura por cerca de $ 1.000 millones (el primer cálculo fijaba $ 970 millones) y así poder pagarles a las empresas de servicios que aumentaron sus costos, como las recolectoras de residuos, las de viandas de escuelas y hospitales o, entre otras, las de mantenimiento de espacios verdes.

Este año ya el Gobierno de la Ciudad pidió una ampliación de presupuesto por $ 1.100 millones, pero obtuvo ese dinero con una suba en algunas alícuotas de Ingresos Brutos, el llamado a una moratoria impositiva y tasas de derechos de alineación y construcción.

Ahora se propone utilizar los fondos que sumaron a la recaudación y luego comenzar a discutir las partidas para el año electoral. No encontrará Mauricio Macri, sin embargo, el mejor momento para la sanción de la principal ley porteña. La oposición, entre otras molestias que manifiesta, quiere votar una ley que regule la nueva concesión del servicio de recolección de residuos que podría trabar la licitación que ya está en curso. Además, algunos bloques, como la Coalición Cívica, se negarán a otorgar facultades especiales, como las referidas a la posibilidad de repautar el 5% del Presupuesto, que ya es tradicional en las cuentas porteñas, y lo han anticipado.

Por otra parte, los cruces entre el oficialismo (que es PRO) y sus rivales son cada vez más duros, particularmente en la comisión especial que investiga el escándalo de las escuchas ilegales y en las dos últimas reuniones que se realizaron por el caso del derrumbe de un entrepiso que causó dos muertes.

La discusión presupuestaria intentará arrancar la semana que viene en la Comisión de Hacienda que conduce el peronista PRO, Álvaro González, con la idea de lograr un acuerdo que per-mita que a principios de oc-tubre pueda comenzar el debate sobre el Presupuesto 2011, donde el Gobierno planteará mayores partidas volcadas a infraestructura en general.

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