16 de enero 2014 - 13:19

Massa: festejo entre chispazos por foto con jerarcas gremiales

• Larga trasnoche en Pinamar a un año de “decisión” de competir.
• Debate sobre cumbre sindical, mundial y campaña.

Sergio Massa, Luis Barrionuevo y Osvaldo Mércuri
Sergio Massa, Luis Barrionuevo y Osvaldo Mércuri
Un año atrás, en esa misma mansión playera que cobija a Osvaldo Mércuri en Pinamar, Sergio Massa planteó, por primera vez ante un auditorio profuso y diverso, su plan de ser candidato en 2013. Varios escuchas, sabedores de la tendencia al zigzageo del tigrense, no le creyeron.

-¿Qué garantías tenemos? Decílo en público -lo toreó Baldomero "Cacho" Alvarez que con Juan José Álvarez, Juan Garivoto, Isidoro Laso y Federico Scarabino armaron aquella cita.

-Mi palabra; cuando haya que hablar voy a hablar -dijo el alcalde.

Alberto Roberti, diputado nacional y mandamás de los petroleros privados, registró cada frase y al otro día las repitió por radio para anunciar que Massa sería candidato.

Molesto, el tigrense mandó a sus voceros a desinflar los dichos de Roberti y le reprochó contar en público lo hablado en una charla privada. "Lo ejecutó por decir la verdad", ironizó un dirigente que, desde entonces, juega en la trinchera massista.

Anteanoche, en el mismo sitio, con una ristra de comensales más numerosa, Massa festejó el primer aniversario de su decisión de lanzarse a la marquesina electoral. Mércuri, anfitrión, se rodeó de familia y por las mesas, se repartieron los intendentes Joaquín de la Torre, Gustavo Posse y Jesús Cariglino, la ubicua Graciela Camaño, los Álvarez -"Juanjo" y "Cacho"-, Alberto Roberti y su esposa Mónica López, los diputados Carlos Acuña, Sergio Villordo, el giustozzista Mario Giacobbe y Lisandro Bonetti -sobrino de Ginés González García-, los senadores Jorge D'Onofrio y José Luis Pallares, el operador multitarget Raúl Pérey, entre otros, el director del BAPRO Dámaso Larraburu. El ausente notable fue Garivoto, casi un padrino político de Massa, que faltó sin aviso.

- Este fue el único turro que faltaba el año pasado para mandarnos a jugar -recordó, chispeante, Massa, apuntando a Larraburu.

-Pero yo te dije que iba a estar después y estuvo. ¿Te acordás? -intervino Álvarez, "Juanjo".

Las risas se diluyeron con la madrugada cuando el tigrense invitó a discutir la invitación de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo para el lunes próximo a un encuentro intersindical con presidenciables del peronismo.

-¿Pero vos sos candidato a presidente del peronismo o de algo más amplio? - interrogó, pícaro, en voz alta, Posse.

Massa respuesta Odol: rió.

-Porque ahí van todos peronistas, me parece -completó, con falsa ingenuidad, el de San Isidro.

-Tenés que ir para hablarles a los trabajadores -dijo Acuña, efusivo en la trasnoche.

-A los trabajadores les puede hablar por la tele -terció Larraburu.

De la Torre apoyó la moción de no asistir y pidió analizar el riesgo de posar con Moyano y Barrionuevo.

-Che: ¿y nos sirve estar en una foto con Scioli? -curioseó, la vista perdida, el lord de San Miguel.

El interrogante no tiene respuesta. El gobernador no descarta concurrir, pero evalúa los costos de mostrarse con un puñado de dirigentes exageradamente anti-K.

Roberti dijo que ir era mostrar voluntad y generosidad.

-Yo me reúno con todos, así que puedo ir, pero para decir lo que pienso, ¡eh!. Si voy, voy a hablar de libertad sindical y voy a insistir con que hay que limitar las reelecciones en los cargos sindicales.

-Eso no le importa a nadie, Sergio -dictaminó, filosófico, el estacionero Acuña.

-Guarda Sergio que los muchachos, Luisito y Hugo, están bravos, pegan duro -escuchó Massa.

-Eso que quede claro: yo no voy a estar en ninguna movida que pretenda empujar al Gobierno
-se puso serio el tigrense.

El tironeo no se saldó. Los Álvarez, "Juanjo" y "Cacho", y Roberti quedaron a cargo de discutir el "ceremonial" con la organización porque Massa pretende ir junto a Roberto Lavagna, Ignacio de Mendiguren y Miguel Peirano.

Así y todo, ayer, la decisión seguía bajo análisis.

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