“Me siento protegida por una manada de lobas”

Por sus problemas respiratorios, Marilina Ross cantará sólo cinco can-ciones en sus recitales del Opera; el resto lo animarán Sandra Miha-novich, Patricia Sosa, Claudia Puyó, Julia Zenko y Paula Almerares.

«La verdad es que ya estaba retirándome. Tengo un enfisema que no me permite trabajar con la soltura y la felicidad de otros tiempos. Y esa dificultad lleva a que todo sea más disgusto que placer. Y pensar que empecé a fumar siendo actriz porque tenía la voz finita y quería que se me engrosara». Hasta a la misma Marilina Ross parece sorprenderla su regreso a un escenario grande, después de muchos años sin actuar en vivo. Será para hacer dos recitales, con varias colegas invitadas y con Angel Mahler al piano, mañana y el jueves en el teatro Ópera.

Periodista: ¿Y cómo se explica entonces su regreso el próximo fin de semana?

Marilina Ross: Se explica por el gesto de solidaridad de un montón de gente. Sandra Mihanovich fue la de la idea. Ella se ofreció a participar y fue quien convocó a las demás chicas: Patricia Sosa, Claudia Puyó, Julia Zenko, la cantante lírica Paula Almerares. Parece que todas dijeron inmediatamente que sí a la convocatoria. Así que yo cantaré solamente cinco canciones; sólo así puedo aguantar dos funciones.

P.: ¿Qué sensación le produce esto de ser casi invitada de otras cantantes en su propio show?

M.R.: Siento que es como una manada de lobas que se apoyan mutuamente cuando una está mal.

P.: Su vida ha tenido muy distintos momentos: la actuación en éxitos televisivos y cinematográficos, la participación en importantes grupos de actores, la militancia política, el exilio, la cantante popular, las telenovelas y sus canciones para la pantalla. ¿Qué la ha llevado a tener una carrera tan poco convencional?

M.R.: Yo soy de Acuario y, por lo tanto, siempre estoy en búsqueda de algo distinto. No puedo dar marcha atrás nunca, ni con el auto. Necesito cambiar permanentemente para entusiasmarme. Y encima, tuve la suerte de cambiar de profesión de actriz a cantante y que me fuera muy bien.

P.: ¿Después de esta larga ausencia de los escenarios y de los discos, cuál le parece que es su público?

M.R.: Me parece que hay de todo. Desde los que me recuerdan por «La nena» o «La Raulito» y por mis canciones de teleteatros, hasta los chicos que escuchan ahora «Quereme» en la versión de Miranda!. Por lo que me dicen, la venta del Ópera está andando bien, así que quiere decir que hay público.

P.: ¿En qué quedó la militante política de los 60 y 70?

M.R.: Eso no se pierde nunca. Los queridos años sesenta fueron muy ricos en varios sentidos: en el arte, en la ciencia, en la política. Fueron tiempos del Mayo francés, de Los Beatles. Después, el exilio fue muy duro; había gente que estaba muy cerca de mí que me daba vuelta la cara por miedo. En este tiempo no tengo una militancia activa, pero sigo siendo fiel a los mismos ideales peronistas de aquella época; en ese sentido, sigo pensando lo mismo.

P.: ¿Le parece que el actual gobierno cumple con esos ideales?

M.R.: Este gobierno me gusta y estoy a favor de la mayoría de las cosas que hace. Me gusta este peronismo. Me gusta que esté volviendo la militancia en los jóvenes. Me gusta el latinoamericanismo que vive la región y que es casi un milagro. Me gusta la idea de un Banco del Sur, de un tren y de un gasoducto que atraviesen el continente. No me importa si al Gobierno le ponen el nombre de socialista o de populista. Veo que son francamente anti-imperialistas y eso es lo importante.

P.: ¿Siente estos conciertos del Ópera como una despedida definitiva?

M.R.: No, para nada. Porque quiero ver cómo me siento, cuánto me aguanta el cuerpo. Yo sigo tan llena de entusiasmo como siempre. He resistido muchos golpes en la vida y el Dios que tengo adentro siempre me ha acompañado. Igualmente, más allá de que no estuve cantando estos años, paso mucho tiempo frente a la computadora sosteniendo mi blog donde subo textos, canciones, videos, un karaoke para que se puedan cantar mis temas. Es algo que me divierte pero además me mantiene en contacto con el público; y siento que el amor está intacto.

Entrevista de Ricardo Salton