La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la principal causa de pérdida de la visión central en los mayores de 55 años, y afecta algo tan vital como es la capacidad de ver lo puntual, que es fundamental para la lectura y la visualización de detalles finos. Su causa principal es el envejecimiento, y es por eso que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que su prevalencia aumentará en los próximos años como resultado del envejecimiento de la población mundial.
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En las personas con disposición genética a padecer la degeneración macular existen otros factores que, sumados al envejecimiento, pueden incrementar el riesgo de padecerla. Entre ellos se cuentan el tabaquismo, la hipertensión, el sobrepeso, la hipercolesterolemia, la enfermedad cardíaca y un factor que cobra mayor peso en nuestro país, ubicado en el Hemisferio Sur, como es la exposición del globo ocular a los rayos ultravioletas del sol.
Afortunadamente, en los últimos años las posibilidades de tratamiento que podemos ofrecer a los pacientes con DMAE han mejorado, en gran medida gracias a la utilización de medicamentos biológicos como el bevacizumab. Desarrollado originalmente para tratar distintas formas de cáncer, los oftalmólogos lo utilizan desde 2006 con muy buenos resultados. Desde entonces, la amplia experiencia del uso off-label del bevacizumab en oftalmología ha sido respaldada por ensayos clínicos, lo que llevó a organizaciones científicas como la Sociedad Argentina de Retina y Vítreo a respaldar esta indicación. Además, la OMS incluyó al bevacizumab en su lista de medicinas esenciales para la salud en su capítulo de terapias oftalmológicas.
Por este motivo, es una muy buena noticia la reciente aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) del primer bevacizumab desarrollado y aprobado para uso oftalmológico. Producido con características especiales para uso intraocular, este nuevo tratamiento tiene un efecto muy superior al que ofrecen los otros bevacizumab, elaborados para uso oncológico, y permite que los pacientes cuenten con una nueva opción terapéutica que contribuye a mejorar su salud y calidad de vida.
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