4 de julio 2014 - 00:18

Otra mano del BCRA al Tesoro: giró $ 17.000 M en sólo un mes

• VOLVIÓ A TRANSFERIR UTILIDADES POR LO OBTENIDO EN 2013, EN GRAN PARTE, CON LA SUBA DEL DÓLAR

Juan Carlos Fábrega
Juan Carlos Fábrega
  El deterioro que se percibe en las cuentas fiscales podría ser sensiblemente mayor de no existir siempre la "mano tendida" que el Gobierno encuentra en el Banco Central. La entidad que preside Juan Carlos Fábrega transfirió este mes otros $ 17.000 millones a las cuentas del Tesoro por las utilidades que obtuvo a lo largo de 2013 gracias a la caída que mostró durante ese año el peso respecto del dólar.

La necesidad de disimular el agujero fiscal había apurado al Gobierno a aprobar en marzo pasado, y más temprano que en otros años, los estados contables del organismo. Según surge de éstos, publicados ya en su sitio web, sus utilidades fueron de $ 78.400 millones. Pero fueron obtenidas, en buena parte, por el efecto de la suba del tipo de cambio: como sus reservas se contabilizan en pesos, pero son principalmente dólares, divisas, oro y títulos en moneda extranjera, la devaluación provocó un ingreso contable en los activos del BCRA que, sólo por este concepto, fue de $ 88.000 millones. El efecto representa una transferencia del poder de compra del sector privado hacia el Tesoro que sirve para atenuar el rojo financiero del Gobierno, pero que empeora el poder de compra de los argentinos.

La transferencia de utilidades surge de las últimas cifras publicadas por el Central como "otros pasivos" en su balance semanal. Ese stock cayó de los $ 77.000 millones a los $ 60.000 millones entre el 23 de mayo y el 23 de junio, y representa a grandes trazos el total de lo girado hasta ahora al Poder Ejecutivo.

El Central pudo mostrar esta ganancia principalmente por los ingresos que registró en concepto de "diferencias netas de cotización", aun cuando sufrió una caída de u$s 13.000 millones en sus reservas porque el dólar pasó en 2013 de $ 4,90 a $ 6,51.

Al Gobierno le quedaron cortos los límites que había logrado ampliar enormemente en 2012, a través del Congreso, en un histórico cambio a la carta orgánica del Banco Central: de acuerdo con estos topes, el organismo podía girar excepcionalmente (por 18 meses) hasta un 20% de la recaudación fiscal y un 20% de la base monetaria. Con esto, el Gobierno llegó a tomar y acumular en total, durante este tiempo, $ 181.000 millones de deuda con la entidad por adelantos transitorios. Pero encontró su propio corset en este primer semestre en el que crece su rojo financiero (casi un 40% en abril) y el Central mantiene más acotada la expansión monetaria. El Gobierno se había quedado sin posibilidades de pedir más transferencias al organismo y necesitó, frente a esto, acudir a sus utilidades.

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