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Plaga arruina cultivos de soja en Córdoba
Durante los dos primeros meses de este año fueron atacados numerosos lotes de soja en todo el país, con la provincia mediterránea como principal perjudicada. «Las altas temperaturas y las lluvias contribuyeron, junto con la susceptibilidad de los materiales y el inóculo, para que se desataran las epidemias», explicó Marcelo Carmona, fitopatólogo de la Facultad de Agronomía de la UBA.
El especialista consideró que si bien existen posibilidades de resistencia, los genes probablemente estén incorporados sólo en los grupos largos que se siembran en el norte del país (principalmente en Salta, Tucumán), ya que en esta región la plaga se había presentado anteriormente, con epidemias importantes.
Mercedes Scandiani, fitopatóloga del Laboratorio Río Paraná, señaló que esta enfermedad, causada por el hongo Cercospora sojina, ataca semillas, tallos, hojas y vainas y puede provocar daños promedio de entre el 10% y el 15% en el cultivo.
Lo síntomas ocurren normalmente luego de la floración, aunque se hacen más evidentes desde R3, y se reconocen por pequeñas manchas circulares (de 1 a 5 milímetros) en forma de ojo, donde se distingue un centro pajizo grisáceo rodeado por un halo marrón rojizo.
«La forma de ojo, la ausencia de halo amarillento, la presencia de fructificaciones gris oscuro en el centro de la lesión y en ambas caras permiten su diagnóstico fácilmente», señala un trabajo elaborado por Carmona y Scandiani.
Allí se advierte que los ataques son más severos en monocultivo con siembra directa, en variedades susceptibles, altas temperaturas nocturnas (20 °C y más), elevados porcentajes de humedad y lluvias. Estas condiciones, registradas en Córdoba fueron las que habrían favorecido las epidemias que hoy sorprenden a productores, asesores y semilleros.
En la presente campaña, en ciclos cortos e intermedios y en muestras de folíolos provenientes de lotes en W. Escalante y Monte Buey, se observaron incidencias del 100% y severidades que comenzaron con trazas a mediados del enero y que evolucionaron hasta detectarse, el 20 de febrero, entre un 25% y un 40% de área foliar afectada.
Incidencia
La enfermedad también se observó en Alta Gracia y en Monte Cristo, con una incidencia foliolar del 100%, y un número promedio de lesiones por folíolo del 51%.
También fueron registradas plantas enfermas en Venado Tuerto y en varios partidos de Buenos Aires, donde ya se la encontró en las dos últimas campañas. Varias localidades presentaron muestras con la plaga en 2007, desde un 5% a un 25%, expresó Scandiani.
«Si las lluvias fueron uniformes, los síntomas serán generalizados. Por el contrario, con lluvias espaciadas, los síntomas aparecerán en algunos estratos de hojas, generalmente de medio y superior. Debido a que la cantidad de lesiones e infecciones crece considerablemente en el tiempo, ésta es considerada una enfermedad policíclica», señaló Carmona.
Entre las recomendaciones para el manejo que los expertos dan a los productores se incluyen variedades resistentes, prácticas especiales en la siembra y la cosecha, tratamientos con fungicidas y rotación de cultivos.
Se recomienda sembrar semillas sanas o tratadas con fungicidas eficientes. Para la próxima campaña, se advirtió sobre a necesidad de ajustar la sensibilidad de los métodos detección del patógeno en semilla.
También se recomendaron las aplicaciones foliares de fungicidas en variedades susceptibles para disminuir los daños, aumentando el número de granos y la calidad de la semilla cosechada. La aplicación debería efectuarse desde R3, luego de la caída de precipitaciones o en ataques tardíos. Las aplicaciones químicas efectuadas para el grupo general de las EFC también serán efectivas para C. Sojina.
Por último, Carmona y Scandiani destacaron que otra medida de manejo es cosechar por separado los lotes con síntomas de mancha en ojo de rana, e identificar la semilla de los lotes enfermos para no mezclarla con otras sanas.
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