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Renace en Honduras rumor de un golpe de Estado
«Quieren fregar al presidente de la República», denunció Lobo el martes por la tarde al término de una reunión de gabinete, 70 kilómetros al este de la capital. «Tenemos todo bien cerezo, los tengo ubicaditos a todos; sé quiénes son, tengo toda la información, o sea, creo que se han equivocado con mi sonrisa», advirtió.
Ésa fue la primera reacción del presidente tras unos supuestos mensajes de texto que le habrían enviado a su celular recomendándole que se compre «una buena pijama», en alusión a la ropa que llevaba Zelaya cuando fue derrocado el 28 de junio del pasado año, y enviado a Costa Rica.
Para el analista Ajax Irías, las presiones que estaría recibiendo Lobo se deben a que «los grupos de poder en alianza con los militares, iglesias y medios de comunicación no cesan en querer ejercer el control del poder». «A ellos no les interesa la reconciliación ni la paz, sino seguir manteniendo sus privilegios», indicó Irías.
En estos sectores, al parecer, no sentó nada bien que Lobo se ofreciera a ir a buscar a Zelaya a República Dominicana, donde se encuentra exiliado, para traerlo al país, entre otras críticas.
A pesar de los temores del mandatario, el abogado y analista político Alejandro Alvarenga, no ve «posibilidades reales de golpe». «Lo que están haciendo es atemorizarlo para que no eche a andar la (Asamblea) Constituyente ni vaya a traer a Zelaya, porque le tienen miedo», afirmó.
«Lobo es un hombre de pensamiento progresista, se está distanciando de los sectores golpistas, los grupos de poder. Pero hace eso no sólo por su pensamiento, sino también por la presión internacional», que todavía no readmitió a Honduras en las instituciones que le abrirían de nuevo los canales de la cooperación financiera.
También le critican que haya cedido a las presiones internacionales para conformar un Gobierno de integración y recientemente chocó con la Corte Suprema de Justicia (CSJ) por objetar el despido de cuatro jueces que habían protestado contra el golpe de Estado a Zelaya. El presidente de la Corte, Jorge Avilés, está en la mira del Gobierno.
Según el diputado oficialista Wenceslao Lara, «hubo una reunión en el Congreso» en la que participaron los ministros de Defensa, Marlon Pascua, y de Seguridad, Oscar Álvarez, «donde se planteó pedir la renuncia al presidente de la Corte». Por su parte, el presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández, también crítico del despido de los jueces, admitió el domingo que había solicitado un informe de los magistrados de la CSJ y que se les podría abrir un juicio político.
Los periódicos se hicieron ayer eco de la denuncia de Lobo: «Presidente Lobo denuncia que lo quieren defenestrar», tituló en plana El Heraldo, mientras La Tribuna dijo: «Al que quieren fregar es al presidente».
Agencia AFP
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