En el suburbio de Saint Louis, al que pertenece Ferguson, fueron detenidas 44 personas ayer a la madrugada, informó Jon Belmar, jefe de la Policía del condado.
Los manifestantes rompieron vidrios de la alcaldía, incendiaron un auto de policía y lanzaron piedras y un cóctel molotov, aunque "la noche estuvo mejor" y menos agitada que la vivida el lunes, y la Policía no tuvo que utilizar gases lacrimógenos, agregó.
El contingente desplegado en Ferguson por la Guardia Nacional fue triplicado y 2.200 efectivos de esa fuerza realizan tareas de patrullaje. El FBI, que también desplegó agentes en la ciudad, informó que dos de sus efectivos fueron heridos de bala.
En la vecina ciudad de Saint Louis, en tanto, los manifestantes quemaron un auto.
Las protestas recrudecieron y se volvieron en muchos casos violentas luego de que, el lunes, un gran jurado decidiera que no había pruebas para acusar a Wilson, de 28 años, por el asesinato de Brown, de 18 años, quien iba desarmado cuando fue baleado por el policía, quien, insiste, actuó en legítima defensa.
El crimen, ocurrido el 9 de agosto, había reavivado las tensiones raciales en Estados Unidos y, tras la decisión judicial, las encrispó aún más.
La indignación por la imputación de Wilson llevó a ciudadanos afroamericanos -que en el caso de la ciudad de Ferguson, donde ocurrió el hecho, representan el 67% de la población- y blancos, y activistas sociales a manifestarse multitudinariamente en más de 170 ciudades de todo Estados Unidos.
Washington DC, Nueva York, Los Angeles, Atlanta, Boston, Filadelfia, Oakland y Seattle vivieron las mayores concentraciones, que tuvieron un tono pacífico, salvo incidentes aislados y algunos arrestos. También se registraron cortes de calles y puentes.
A falta del balance oficial, la Policía de Atlanta informó de 21 detenciones este martes, mientras que en la icónica Times Square de Nueva York, donde quienes protestaron entonaron el eslogan "un distintivo no es una licencia para matar" en referencia al accionar de Wilson, hubo al menos diez arrestos.
En Washington, la protesta tuvo un tono diferente: unos manifestantes simularon estar muertos frente a varias estaciones de Policía, durante cuatro minutos y medio. "Para simbolizar las cuatro horas y media que Michael Brown quedó en el asfalto luego de ser abatido", explicó uno de los participantes.
Ante el escenario de implosión social, el presidente estadounidense, Barack Obama, reconoció el martes a la noche que "si una parte de la comunidad americana no se siente bienvenida o tratada de manera igualitaria, entonces todo está en riesgo". No obstante, condenó los hechos de violencia que se desencadenaron tras la decisión del gran jurado en Ferguson.
En tanto, el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, anunció que la decisión del jurado no cancela una investigación federal independiente que ya está abierta y que seguirá adelante, para establecer si se violaron los derechos civiles en el caso de la muerte de Brown y sobre la actuación de la Policía de Ferguson.
Agencias AFP, EFE, ANSA, DPA y Reuters |
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