Juan Román Riquelme no hubiera podido jugar si el partido se disputaba este jueves. Con una semana de prórroga, es posible que llegue.
Los partidos por la Copa Libertadores de América entre Boca y Defensor Sporting fueron postergados por una semana, por pedido de los uruguayos, para poder contar con el Estadio Centenario, y se jugarán los jueves 14 y 21 de este mes.
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«La dificultad fue que el Centenario está ocupado para otro evento la semana que viene (hay un recital del grupo Los Olimareños). Entonces, por un tema de seguridad, los partidos se jugarán el 14 en Montevideo y el 21 de mayo en la Bombonera», dijo Eugenio Figueredo, vicepresidente de la Conmebol.
Boca había pedido un mínimo de 5.000 entradas y en el Parque Central (Estadio de Nacional) donde se podía jugar no podían entregarle más 2.000, debido a la poca capacidad de la tribuna visitante.
A Boca le viene bien esta postergación porque podrá contar con Juan Román Riquelme, quien evoluciona lentamente de su lesión en la planta del pie derecho. El jueves 14 jugarán en Montevideo a las 19.30, con el arbitraje del paraguayo Carlos Torres y una semana después lo harán en cancha de Boca, posiblemente a la misma hora.
Boca tenía muchos problemas de lesiones, porque a la de Riquelme (que no se iba a recuperar para este jueves) se le suman las de Julio César Cáceres, que se agravó de su desgarro; Facundo Roncaglia, con una inflamación en los isquiotibiales de la pierna izquierda; y Nicolás Gaitán, con una contractura.
Los que ya están descartados (y saldrían de la lista de buena fe) son Ezequiel Muñoz, con rotura de ligamentos; y Ricardo Noir, con fractura de peroné.
Ahora con más tiempo, puede recuperar lesionados (sobre todo a Riquelme) y planificar el partido del domingo ante San Lorenzo por el Torneo Clausura, donde está más cerca del fondo de la tabla que de la punta.
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