24 de julio 2014 - 00:00

Temas serios con la ligereza de una buena comedia

“Todo lo que necesitas es amor” es una comedia bien vestida y muy bien actuada por un excelente elenco, con dirección de la danesa Susan Bier, que sabe exponer los frágiles vaivenes del amor.
“Todo lo que necesitas es amor” es una comedia bien vestida y muy bien actuada por un excelente elenco, con dirección de la danesa Susan Bier, que sabe exponer los frágiles vaivenes del amor.
"Todo lo que necesitas es amor" (Love is all you need /Den skaldede frisor, Din.-Sue.-It.-Fr.-Al., 2012). Dir.: S. Bier. Guión: A.T. Jensen, S. Bier. Int.: P. Brosnan, T. Dyrholm, P. Steen, K. Bodnia, M. Blixt Egelind, S. Jessen.

Los amargados pueden acusarla de previsible. El público general agradecerá ese "defecto", tanto como los hermosos paisajes costeros, los jardines, de placentera visión que, por suerte, matizan el relato. Es que acá se tocan temas serios con ligereza de comedia bien vestida y muy bien actuada por excelente elenco. Y son todos invitados a una boda, donde el romance que nos interesa puede darse entre los consuegros.

El es un empresario inglés, viudo, especialista en el cultivo de limones previamente injertados en naranjos, lo que algo sugiere acerca de su carácter. Ella es una peluquera danesa, simultáneamente enfrentada a la quimioterapia y la crisis conyugal. Se casan sus hijos, llevados por inexperto entusiasmo. Se junta toda la familia en la hermosa Sorrento, donde el hombre, buen anfitrión, tiene sus dominios. Hay cena, brindis, fiesta, etcétera. Y confesiones públicas y privadas, de las que nadie vuelve fácilmente. Pero volver, al menos en el cine, se vuelve, porque el público quiere salir contento y porque (he aquí la moraleja) la vida sigue aunque nunca sepamos por cuánto tiempo, así que más vale vivirla.

Autora, la danesa Susanne Bier, afortunadamente cada vez más alejada del Dogma. Reconocida por los dramáticos "Hermanos" y "En un mundo mejor", Oscar al mejor film extranjero, ella sabe exponer los frágiles vaivenes del amor, la necesidad de afecto y sostén de la gente. Lo hizo en "Asuntos de familia", "Corazones abiertos" y "Después del casamiento", y lo hace ahora de un modo más amable y supuestamente ligero. Contribuyen a esa sensación de incierta ligereza los protagonistas Pierce Brosnan y Trine Dyrholm. El recita bien, ella es actriz de abundantes recursos, y la escena de desnudo absoluto es muy singular y algo perturbadora.

Invitados y colados a la boda, Paprika Steen (la cuñada bonachona pero impresentable), Kim Bodnia (el marido aún más impresentable), Sebastian Jessen Patrick y Molly Blixt Egelind (los novios), Micky Skeel Hansen (el hijo varón), Christiane Schaumburg-Müller (la encantadora loquita de contabilidad, que tiene unos bocadillos de risueña lógica), y Ciro Petrone (el catalizador). Rodaje en Sorrento, Salerno, Herlev y Copenhague. Fotografía, Morten Soborg. En la banda sonora, "Tintarella di luna", por Mina, "Sará perche ti amo", de Ricchi e Poveri, y "That's amore", por Dean Marti (de cajón) pero al final también por Jonas Winge Leisner a dúo con Alice Carreri, linda versión.

Un pequeño detalle, que nos vuelve a la seriedad. En 1987 Pierce Brosnan perdió a su esposa, tras cuatro años de lucha contra el cáncer y apenas un día después de recordar el aniversario de bodas. El año pasado perdió a su hija, también tras larga lucha contra el cáncer. Pero la chica, dos semanas antes, se dio el gusto de casarse, y él la llevó del brazo hasta el altar. "Afrontaron la muerte con elegancia, coraje y dignidad", dijo el actor en su momento. "He abierto muchos sobres con el resultado de los exámenes. Yo sé lo que es, de verdad", dijo cuando la presentación de esta película en Venecia.

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