26 de septiembre 2016 - 00:00

Trabajadores en negro, entre los más pobres

Según Idesa, cobran menos de $6.400, lo que apenas cubre la mitad del ingreso para ser considerado pobre.

Trabajadores en negro, entre los más pobres
Los trabajadores informales ganan sólo la mitad del nivel de la línea de pobreza, señaló ayer IDESA, luego de que el INDEC publicara la semana pasada los datos de acerca de la Línea de Pobreza e Indigencia. El organismo que lidera Jorge Todesca reveló que la línea de la pobreza para una familia tipo fue estimada para agosto en $12.489, en un contexto en el cual la remuneración media en el empleo informal se estima en $6.342, mientras que en el empleo formal alcanza los $19.219.

El informe destacó que "el sinceramiento del INDEC explicitará que la pobreza es alta". El organismo estadístico, además, presentará los indicadores de pobreza e indigencia, que no se actualizan desde 2013, cuando se ubicaban en 4,7% y 1,4%, respectivamente. IDESA resaltó que "la tajante segmentación en el mercado laboral tiene impacto decisivo en la situación social ya que los informales representan un tercio de los asalariados y dos tercios de los cuentapropistas, lo que hace llegar la informalidad laboral al 42% del total de ocupados". "Es claro que para un grupo grande de personas las perspectivas de inserción laboral son muy desalentadoras", explicó.

Asimismo, el instituto sostuvo que "quienes no consiguen un empleo formal tienen altas probabilidades de no generar ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas" y que "al operar por fuera de la legalidad, tienen débil capacidad de defensa frente al crecimiento de los precios". "Por eso, la inflación tiene impactos muy diferentes según el estrato social", por lo cual reducir el aumento del costo de vida es prioritario, al igual que "incentivar la generación de empleos de calidad". En ese sentido, IDESA consideró que se "requiere una agenda política muy diferente a la que prevalece en la actualidad".

El informe resaltó que "presentar como progresistas políticas que no priorizan la reducción de la inflación y una mayor formalidad laboral resulta tan hipócrita como anunciar reducciones de la pobreza manipulando las estadísticas". "Por eso, sincerar la agenda de políticas públicas es tan importante como el sinceramiento estadístico", precisó. "La prioridad no es el Impuesto a las Ganancias, la reapertura de paritarias o mantener los subsidios sino reducir la informalidad laboral. Para ello, hay que multiplicar empresas, elevar la calidad educativa y su pertinencia con el mundo del trabajo y modernizar las instituciones laborales", concluyó.

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