31 de mayo 2010 - 00:00

UCR condiciona voto que necesita el PRO

El radicalismo está dispuesto a acercar los dos votos que reúne en el recinto porteño, para que el macrismo llegue al número necesario que le faltó el jueves pasado para imponer un aumento del impuesto a los Ingresos Brutos y lograr que Mauricio Macri cuente este año con $ 1.100 millones extras.

El revuelo que causó el fracaso de la sesión terminó hasta mortificando a Gabriela Michetti por el faltazo del legislador Helio Rebot (de viaje en Estados Unidos). Si bien el PRO sumaba para llegar a los 31 votos que requiere una modificación del tributo con el peronismo, el diputado socialista y otro independiente más los 23 que le quedaban en el debate, ningún opositor quiso ser el voto 31. Es decir, exigían que el PRO esté completo en sus bancas, pero a la ausencia del michettista Rebot se sumó la de una legisladora con licencia por maternidad y del diputado Daniel Amoroso, quien directamente dio el portazo y formó bancada propia.

El radicalismo a último momento rechazó el proyecto y, lejos de llevar los dos votos -ese es todo el bloque UCR-, pidió cambios en la ley. Ayer, el bloque que conforman Claudio Presman y Rubén Campos difundió su posición. Al igual que prácticamente todas las bancadas están de acuerdo con el llamado a una moratoria impositiva, también por un cambio en las tasas del derecho de alineación que los constructores pagan por metro cuadrado, pero imponen condiciones para la suba de Ingresos Brutos.

Como ya anticipó este diario, el PRO no podrá llevar adelante el proyecto de ley tal cual lo tenía previsto: aumentar la tasa general del 3% de Ingresos Brutos a un 3,5%. Sólo conseguirá los votos con modificaciones, en un surtido de propuestas que le exige el peronismo y los otros aliados en esta cruzada. Los radicales sostuvieron que «es notoria la negligencia del Ejecutivo que en la confección del Presupuesto 2010 no tuvo en cuenta la contemplación de aumentos salariales», para referirse a la urgencia de Macri para cubrir los sueldos.

Excepción

Así, la UCR pide que el aumento de Ingresos Brutos se imponga «en forma excepcional» y solamente hasta fin de año «para retrotraerse con la elaboración del nuevo presupuesto a los valores actuales».

Luego piden que «la variación no incida en aquellos que facturan menos de $ 30 millones al año (sobre un total de 150.000 contribuyentes, incide en solamente 2000)». Entre otras iniciativas para modificar el proyecto original solicitan «aumento de las alícuotas a la intermediación financiera, compra y/o venta de pólizas de empeño, agentes de Bolsa, intermediación en operaciones sobre acciones, títulos, Letras, bonos emitidos por distintos jurisdicciones, compañías de seguro, etc.»

El macrismo ahora deberá conciliar en la Comisión de Hacienda, que conduce Álvaro González, un nuevo despacho de mayoría que le asegure esta semana la sanción de ese paquete económico, aunque no cederá a todas las propuestas tanto del radicalismo como del bloque PJ que conduce Diego Kravetz, los principales aliados del PRO para la sanción de esas leyes.

Sin embargo, si el macrismo logra sentar este jueves a los 25 diputados que reúne, hasta podría prescindir de la UCR porque contaría justo con 31 voluntades con los cuatro peronistas, el socialista y el independiente, y así los radicales lograrían sintonía con la Coalición Cívica (Elisa Carrió) que ya anticipó su rechazo a un aumento tributario, inclusive el PRO contaría en ese caso con la adhesión de algún otro legislador para no llegar justo al recinto.

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