El presidente de una de las constructoras más importantes del país frenó al CEO de una destacada petrolera y le dijo: “Tenemos que hablar del Reversal del Norte”. El hecho ocurrió el jueves pasado en los pasillos del seminario Propymes, que organizó el Grupo Techint, en el Centro de Convenciones de Buenos Aires, en Recoleta.
Gasoducto del Norte: pedido urgente para que arranque obra energética clave
Preocupación en empresas y gobiernos por un gasoducto que quedó en stand by. El Ministerio de Economía anticipó que no se hará y alertan que hay 7 provincias que podrían no tener gas en invierno.
Se trata del tema más urgente que es materia de conversación entre los referentes empresarios y la Secretaría de Energía. Sin embargo, trasciende al sector y ya hay un grupo de gobernadores que llevaron el reclamo a Casa Rosada: si no comienza esta obra, hay 7 provincias del norte que podrían no tener gas el próximo invierno.
Obra clave
La reversión del Norte forma parte del mapa de obras del gasoducto Néstor Kirchner, para llegar con el gas de Vaca Muerta a distintos puntos del país. En el mercado la califican como “barata y simple” de hacer, aunque con impactos económicos fundamentales. Tiene un costo de u$s 710 millones, de los cuales más del 75% lo cubre la CAF con un préstamo que ya fue aprobado. Es un gasoducto de 122 kilómetros de extensión y la reversión del sentido de inyección, dado que hace más de 50 años que Argentina importa gas desde Bolivia.
Sin embargo, Bolivia ya avisó que a partir del próximo invierno dejará de enviar gas en firme. Por lo que la reversión busca que ese gas sea abastecido por el de Vaca Muerta, que es tres veces más barato, con lo que el impacto macro es relevante también, estimado en un ahorro de divisas de u$s 1.960 millones.
Por qué no avanza
Las palabras del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre el futuro de la obra pública resonaron muy fuerte en el sector energético. Durante los anuncios económicos, anticipó: “No se va a licitar más obra pública nueva y se va a cancelar las licitaciones aprobadas cuyo desarrollo aun no haya comenzado”. Además, agregó: "Las obras de infraestructura en Argentina serán realizadas por el sector privado, ya que el Estado, no tiene plata ni financiamiento", completó el ministro.
La reversión del gasoducto norte fue uno de los últimos temas que encaró la estatal Energía Argentina (ex Enarsa), bajo la gestión de Agustín Gerez. No solo se contaba con el financiamiento, sino que fue licitada y hasta se abrieron públicamente los sobres de las ofertas. Pero la obra quedó en stand by.
Las ofertas admitidas técnicamente fueron las de BTU y TECHINT-SACDE, las compañías argentinas que participaron de la construcción del primer tramo del gasoducto Néstor Kirchner. En el caso de BTU, presentó una oferta por $183.334 millones, mientras que la alianza Techint-Sacde presentó una oferta de $141.410 millones. Si bien la oferta de Techint-Sacde fue más baja y se gana por precio, la adjudicación no es automática, debe analizarse por Energía Argentina.
Pero este proceso se dio en medio del camino electoral, en la previa del balotaje, por lo que no estaba claro quién iba a gobernar y qué se iba a querer hacer con la obra. Además, se sumaba otra cuestión: la oferta más baja (Techint-Sacde) superaba en un 60% el presupuesto oficial, cuando el pliego decía que la oferta que fuera adjudicada no podría superar el 20% del presupuesto de la obra. En ese contexto político y bajo esos parámetros, nadie del gobierno de Alberto Fernández le puso el "la firma" a la obra, pese a que se cuenta con avances, como el pago de caños especiales a Tenaris, que iban a ser utilizados en el gasoducto.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, alzó la voz sobre este tema. Durante la asunción para el segundo mandato, afirmó que es una “obra prioritaria” y le solicitó a Nación que tenga “continuidad inmediata”, porque sino alertó: “No nos sorprenda en julio, cuando se termine el convenio con Bolivia, que siete provincias argentinas se queden sin gas por haber evitado que esta obra continúe”.
Financiamiento privado
Fuentes del sector privado revelaron que las grandes petroleras se unieron para analizar la construcción de forma privada. Son alrededor de 5, pero llegaron a la conclusión que por los plazos “no llegan”. No es solo la búsqueda de financiamiento, sino armar un esquema asociativo y definir las regulaciones y las tarifas de transporte. Si no lo hacen los privados ni el Estado, en el sector ya se imaginan cómo será el traslado de gasoil por camiones para llevar gas al norte del país, aunque sería une medida “costosa e ineficiente”, al margen de que hay usinas eléctricas que son solo a base de gas.
Juan José Carbajales, ex subsecretario de Hidrocarburos, detalló que existe diversas dimensiones que deberían tenerse en cuenta para que se avance con financiamiento privado. A través de un hilo de twitter, mencionó que la iniciativa privada requiere de una conformación de un consorcio entre los principales productores de gas de Vaca Muerta, con acuerdos de asociación que "llevan su tiempo", por tener que definir el porcentaje de Equity, indemnidades, operación, financiamiento de riesgo, entre otras. Además, sobre la regulación aseguró que la adaptación a un esquema netamente privado debería definir si prioriza exportación o mercado interno, o cómo se establece el "open access" y el derecho preferencial de uso del caño.
En materia de inversiones, Carbajales enfatizó que se necesitan al menos u$s 2500 millones "y en pocos meses". Sobre la tarifa de transporte, debería definirse si se negocia libremente entre la industria, Cammesa y la distribuidoras, con la incógnita de qué pasará con el Enargas, el ente regulador, que sigue intervenido. Carbajales sumó que se necesitaría licitar una nueva ronda de Plan Gas para el volumen de transporte, o en tal caso definirse un esquema libre entre privados. En cuanto a retenciones, sumó que el sector privado pediría eliminación de los derechos de exportación de gas, hoy en 8%, y que Economía quiere llevar al 15%. Finalmente, sumó que en materia de exportaciones la Secretaría de Energía debería autorizar en firme con plazos plurianuales, "sin cortes en invierno", para lo cual existe como "traba" una ley de hidrocarburos que prioriza el abastecimiento del mercado interno.
Con todas estas dimensiones a definir, el titular de la consultora Paspartú se pregunta si se llegará para el invierno de 2024, o si en tal caso se avanzará con soluciones "alternativas", como puede ser lograr seguir importando gas de Bolivia o electricidad de Brasil o Chile.
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