6 de octubre 2025 - 08:48

Noruega inauguró la primera planta comercial de almacenamiento de carbono bajo el mar

El proyecto Northern Lights comenzó a inyectar CO a 2.600 metros bajo el lecho marino del Mar del Norte. Su capacidad inicial podría quintuplicarse en los próximos años.

Con este hito, Noruega consolida su liderazgo mundial en políticas climáticas y demuestra que la captura y almacenamiento de carbono puede pasar del laboratorio a la operación comercial. 

Con este hito, Noruega consolida su liderazgo mundial en políticas climáticas y demuestra que la captura y almacenamiento de carbono puede pasar del laboratorio a la operación comercial. 

El proyecto representa un avance sin precedentes para la descarbonización de la industria pesada, al convertirse en la primera infraestructura abierta y disponible para empresas de distintos países. Su objetivo es capturar y almacenar las emisiones de sectores difíciles de electrificar, como el cemento, el acero y los residuos urbanos, responsables de una gran parte de los gases de efecto invernadero a nivel global.

De la fábrica al fondo del mar

El primer CO almacenado proviene de la planta de cemento de Heidelberg Materials en Brevik, también en Noruega. Allí, el gas es capturado durante el proceso de producción, luego licuado y transportado por barco hasta las instalaciones de Øygarden. Desde ese punto, se bombea a través de una tubería submarina de 100 kilómetros hasta el yacimiento geológico Aurora, donde queda confinado de forma permanente.

En esta primera etapa, Northern Lights tiene capacidad para almacenar 1,5 millones de toneladas de CO al año, cifra equivalente a las emisiones anuales de más de 320.000 automóviles particulares. Esa capacidad ya está completamente contratada, una señal de la alta demanda de soluciones de captura y almacenamiento de carbono (CAC) en Europa.

Planta captura carbono bajo el mar Northern Lights Øygarden Noruega

Un modelo de cooperación público-privada

El proyecto es una asociación entre Equinor, Shell y TotalEnergies, tres de las mayores compañías energéticas del mundo. Su participación asegura la viabilidad técnica y financiera de la iniciativa, mientras que el Gobierno de Noruega cubre alrededor del 80 % de los costos de la primera fase, en el marco de su plan nacional de transición energética.

“Este no es un experimento, es una solución en funcionamiento que reduce emisiones hoy”, destacaron desde el consorcio al anunciar la primera inyección de CO. El país nórdico busca consolidarse como un centro europeo de servicios de captura y almacenamiento, aprovechando su experiencia petrolera, su infraestructura marítima y su geología favorable.

Rumbo a una expansión industrial

Con la operación ya en marcha, Northern Lights inició su fase 2 de expansión, que permitirá aumentar la capacidad de almacenamiento a por lo menos 5 millones de toneladas anuales. El impulso definitivo llegó con un acuerdo firmado con la empresa Stockholm Exergi, que enviará desde Suecia hasta 900.000 toneladas de CO por año.

La expansión contempla un nuevo muelle, más tanques de almacenamiento terrestre y nuevos pozos de inyección. En el verano de 2025, se entregaron nueve tanques adicionales de CO en Øygarden, lo que muestra el ritmo acelerado de construcción y la creciente confianza en el modelo noruego.

Northern Lights captura y almacenamiento de carbono Noruega TotalEnergies Shell Equinor

El desarrollo también cuenta con el apoyo de la Unión Europea, que otorgó 131 millones de euros a través del programa Connecting Europe Facility for Energy (CEF Energy). Esta inversión confirma el papel estratégico de la captura y almacenamiento de carbono en los planes climáticos del bloque y anticipa la creación de un ecosistema transfronterizo de descarbonización.

Una plataforma abierta para todo el continente

Northern Lights es parte del programa Longship, la iniciativa integral del Gobierno de Noruega para desplegar la tecnología CAC a gran escala. A diferencia de proyectos anteriores, esta infraestructura tiene un enfoque abierto y colaborativo: cualquier empresa que cumpla con los requisitos técnicos podrá almacenar su CO utilizando esta red.

Esta modalidad reduce los costos unitarios para las industrias más pequeñas o sin infraestructura propia, democratizando el acceso a soluciones de captura y almacenamiento. “El modelo de Northern Lights permite compartir infraestructura, algo esencial para acelerar la transición energética”, subrayan sus promotores.

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Un nuevo capítulo en la descarbonización global

Con este hito, Noruega consolida su liderazgo mundial en políticas climáticas y demuestra que la captura y almacenamiento de carbono puede pasar del laboratorio a la operación comercial. Más allá de su escala actual, el proyecto sienta las bases para un mercado europeo de carbono subterráneo, que podría ser decisivo para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.

El éxito de Northern Lights abre el camino a una red internacional de transporte y almacenamiento de CO, conectando plantas emisoras de distintos países con yacimientos geológicos seguros bajo el Mar del Norte. Si el modelo se replica, podría convertirse en una herramienta clave para alcanzar la neutralidad de carbono a mitad de siglo.

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