El desembarco de autos chinos en la Argentina se consolidó en los últimos años como un fenómeno que cambió la percepción de los consumidores. Marcas que hasta hace poco eran desconocidas comenzaron a ofrecer vehículos funcionales, accesibles y con tecnología avanzada, generando interés tanto en compradores primerizos como en quienes buscaban alternativas a las marcas tradicionales.
Damián Rudaszewski, presidente de DALIAN S.A: "Comprar un auto chino ya no es un riesgo, es una oportunidad"
Hoy, la Argentina cuenta con una oferta cada vez más amplia de vehículos provenientes de China, que abarcan desde SUV hasta pick ups y sedanes, con sistemas tecnológicos que antes se veían solo en Europa o Estados Unidos.
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La creciente presencia de concesionarios especializados y la instalación de redes de posventa sólidas también contribuyeron a reforzar la confianza del público.
Hoy, la Argentina cuenta con una oferta cada vez más amplia de vehículos provenientes de China, que abarcan desde SUV hasta pick ups y sedanes, con sistemas tecnológicos que antes se veían solo en Europa o Estados Unidos. La experiencia de los importadores y concesionarios locales se volvió clave para garantizar que estos autos no solo lleguen al país, sino que estén respaldados en términos de repuestos, servicio técnico y garantía, disipando los temores históricos de los compradores sobre la confiabilidad y la reventa.
Por qué conviene comprar un auto chino en la Argentina
En este contexto, Damián Rudaszewski, presidente de DALIAN S.A., empresa que engloba concesionarios oficiales de marcas como Jetour y Geely, entre otras, asegura que “comprar un auto chino ya no es un riesgo, es una oportunidad”. Según Rudaszewski, “en lo personal, lo recomiendo yo que soy especialista en la industria automotriz de China desde hace 10 años y conozco lo que vendo, porque conozco lo que sucede en la otra parte del mundo”.
El empresario destaca que la industria automotriz china es relativamente nueva, con la mayoría de las marcas surgidas entre 1990 y 2000, y que constantemente aparecen nuevas compañías. “Poner a todas las marcas chinas en la misma bolsa es una gran equivocación que suele hacer el consumidor promedio, que no conoce lo que pasa en otros países”, explica. Rudaszewski cuenta que viajó personalmente y pudo conocer fábricas totalmente robotizadas y el mercado automotriz más grande del mundo, que incluso superó a Estados Unidos.
Según el presidente de DALIAN, la avanzada de autos chinos no es exclusiva de Argentina: “Pasa también en Latinoamérica. Solo con irte a Uruguay, Chile o China, te das cuenta de la impresionante cantidad de dealers y marcas que existen”. A su vez, reconoce que no todas las marcas sobrevivirán: “Habrá un descarte, y ahí el rol del importador es clave. El éxito depende en gran medida de cómo se arme la red de concesionarios y la posventa”.
Rudaszewski detalla que los concesionarios que han trabajado con marcas asiáticas durante años tienen ventaja porque conocen la estructura de los grupos, la evolución de las marcas y cómo operan en China. “Todos eventualmente van a saber vender autos chinos, porque al final son autos. Pero los dealers que vienen de marcas asiáticas hace tiempo tienen un aprendizaje que otros recién empiezan a adquirir”, dice.
El empresario subraya que uno de los grandes miedos del comprador es qué pasa si se rompe el auto o si necesita repuestos: “La garantía depende del importador. Comprar un vehículo autoimportado sin respaldo implica que nadie te va a garantizar la unidad ni te dará posventa. Además, los escáneres oficiales de cada marca tienen funciones específicas que los genéricos no pueden cubrir, y la capacitación del personal es fundamental”.
Rudaszewski explica que el perfil del comprador argentino cambió respecto a hace una década. Antes, los autos chinos eran principalmente funcionales y económicos: “Tenían características específicas a un precio accesible, como un Van de 7 plazas más barato que una Spin”. Hoy, los consumidores valoran tecnología y diseño: pantallas grandes, control de velocidad crucero adaptativo, asistencia de carril, estacionamiento automático y más de 200 funciones que hacen que el auto actúe casi como un asistente virtual".
Sobre la competencia con marcas tradicionales, Rudaszewski comenta que “juegan con financiamiento, pero nosotros también ofrecemos productos financieros competitivos mediante acuerdos con bancos y con el respaldo de los importadores".
El empresario señala que la instalación de marcas chinas en el Mercosur asegura previsibilidad y continuidad. “Casi todas las marcas chinas tienen voluntad de establecerse en la región, con fábricas en Brasil o convenios Mercosur que evitan los aranceles extrazona. Esto permite planificar a largo plazo y genera confianza al comprador”.
Rudaszewski concluye que la combinación de respaldo del importador, red de concesionarios, tecnología y oferta financiera convierte a los autos chinos en una verdadera oportunidad de compra. “Hoy, un comprador argentino puede acceder a vehículos innovadores, seguros y con garantía, sin el riesgo que muchos asociaban con los autos chinos hace 10 años. La clave es elegir la marca y el importador adecuados, y el mercado ya demostró que esta combinación funciona”, asegura.
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