La revolución robótica ya no es un tema de ciencia ficción, sino una realidad económica y energética que avanza a ritmo acelerado. De acuerdo con los informes recientes de la consultora internacional Thunder Said Energy, los robots industriales no solo transforman la productividad y los costos de la manufactura global, sino que también comienzan a emerger como un nuevo foco de consumo eléctrico masivo comparable al de los centros de datos de inteligencia artificial.
Robots industriales: el futuro del alto consumo energético que rivaliza con los centros de datos de IA
Un informe de la consultora Thunder Said Energy advierte que hacia 2050 los robots industriales podrían consumir tanta energía como los centros de datos de inteligencia artificial.
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Según la consultora Thunder Said Energy, los robots industriales ya superan los cinco millones de unidades en el mundo y podrían llegar a 500 millones hacia 2050.
Actualmente, el mundo cuenta con más de 5 millones de robots industriales en operación, dedicados a tareas que van desde el paletizado, la soldadura y el sellado hasta labores de pintura, ensamblaje o empaque fino. Pero el horizonte es mucho más ambicioso: para 2050 podrían existir hasta 500 millones de robots activos, con un impacto energético y económico de escala mundial.
El informe titulado “Robots industriales: ¿cuánta energía consumen?” calcula que un robot de seis ejes con carga útil de 200 kilos demanda 2 kW de potencia, lo que equivale a entre 10 y 15 MWh por año con una utilización del 50-80%. Este nivel de consumo coloca a cada robot muy por encima de un vehículo eléctrico promedio, que apenas requiere 2 MWh anuales. La diferencia clave está en el tiempo de uso: mientras un automóvil eléctrico se utiliza apenas el 2,5% del tiempo, los robots industriales trabajan de manera casi continua.
El uso intensivo de robots industriales consume tanta energía como un centro de datos de IA, pero también ofrece retornos del 60% y recupera su inversión en apenas 18 meses.
Cuánta energía consumen los robots industriales
La automatización industrial avanza sin pausa, pero con ella también crece una nueva preocupación energética. Según el informe al que accedió Energy Report, el consumo eléctrico de los robots industriales podría equiparar, en apenas una o dos décadas, al de los propios centros de datos de inteligencia artificial (IA).
El estudio señala que un robot de seis ejes con una carga útil de 200 kilos consume en promedio 2 kW de potencia. Con niveles de utilización del 50 al 80% anual, esto equivale a un consumo de entre 10 y 15 MWh por año por unidad. Si el número de robots en el mundo crece como proyecta la industria —hasta 500 millones de equipos hacia 2050—, el impacto energético será monumental.
En comparación, un vehículo eléctrico promedio utiliza apenas 2 MWh por año, lo que significa que un solo robot industrial puede demandar hasta siete veces más energía que un auto eléctrico, principalmente por su alta tasa de uso continuo. Mientras los automóviles están en funcionamiento apenas un 2,5% del tiempo, los robots operan casi de manera constante, en turnos de producción ininterrumpidos.
De acuerdo con el reporte, los motores eléctricos -especialmente los servomotores- explican el 85% del consumo total de energía de un robot industrial. Más de la mitad de esa energía (alrededor del 62%) se destina simplemente a vencer la fricción dinámica de los componentes mecánicos, como engranajes, ejes y cojinetes. En otras palabras, buena parte del gasto energético no se traduce en trabajo útil, sino en pérdidas por resistencia mecánica.
El análisis también considera el impacto potencial de los robots con inteligencia artificial incorporada, equipados con GPU de alta potencia. En esos casos, el consumo puede aumentar significativamente: una sola GPU puede demandar hasta 700 W, frente a los 100 W de las CPU convencionales. Sin embargo, si el diseño prioriza eficiencia y tamaño reducido, el consumo podría ser mucho menor.
Como ejemplo extremo, la consultora menciona al cortacésped robótico Husqvarna, que utiliza apenas 100 kWh al año. Aunque modesto en su gasto energético, incluso este dispositivo contiene baterías de litio, cobre e imanes de tierras raras, elementos que confirman que la robótica -grande o pequeña- ya forma parte del mapa global de la demanda de minerales críticos.
Cuánto cuesta la economía robática
Esa intensidad operativa convierte a la robótica en un nuevo vector de demanda eléctrica con implicancias profundas. Los servomotores explican alrededor del 85% del consumo energético de cada unidad, y la fricción mecánica representa el 62% de esas pérdidas. Si se multiplican estos valores por cientos de millones de robots, el desafío para los sistemas eléctricos globales será equiparable al actual crecimiento de la infraestructura digital.
Sin embargo, la dimensión energética no es la única relevante. El informe complementario de Thunder Said Energy, titulado “Costes de los robots industriales: ¿economía robótica?”, revela que la instalación de un robot industrial cuesta unos 130.000 dólares, pero sustituye el trabajo de 1,3 empleados equivalentes a tiempo completo (ETC) y reduce los costos totales en un 50%. En promedio, la inversión se recupera en 1,5 años y ofrece una Tasa Interna de Retorno (TIR) del 60-65%, lo que convierte a la robótica en una de las inversiones industriales más rentables del momento.
Los ejemplos concretos ilustran el alcance de esta tendencia: desde robots que atan automáticamente cintas y lazos en cajas de bombones, hasta brazos articulados que operan en entornos de precisión, eliminando tareas repetitivas o físicamente exigentes. “El auge de la IA, la visión artificial, los sensores y la relocalización de cadenas de suministro estratégicas están acelerando la adopción de robots industriales”, destaca el estudio.
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Qué impacto tendrán los robots industriales
Detrás de esta expansión, también se perfila un fuerte impacto en la demanda de materiales críticos, como cobre, litio e imanes de tierras raras, utilizados en motores y baterías. En ese sentido, la robótica no solo redefine la productividad, sino que integra la cadena energética y minera de manera estructural: cada nuevo robot implica más demanda de electricidad y de metales esenciales para la transición tecnológica.
Thunder Said Energy concluye que el desafío para las próximas décadas será equilibrar la eficiencia energética con la automatización masiva. Si los robots industriales se convierten en los “nuevos centros de datos del mundo físico”, el consumo eléctrico global deberá adaptarse a una manufactura cada vez más automatizada, inteligente y voraz en recursos.
“Vemos un enorme potencial de crecimiento de la demanda derivada de la robótica, pero también el riesgo de subestimar su impacto si se intenta reducir el problema demasiado pronto”, resume el informe.






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