21 de septiembre 2001 - 00:00

Agrada pasatiempo con Jackie Chan

Rush hour 2.
"Rush hour 2".
Jackie Chan es el astro de cine más famoso del mundo. Sus películas recaudan cientos de millones de dólares en los Estados Unidos, pero desde hace rato ya venían haciendo lo mismo en Oriente. Todo tiene un precio, y para que el super-héroe del kung fu y la come-dia física de Oriente también triunfe en Occidente, Chan tuvo que aceptar compartir cartel -y, lamentablemente, también tiempo en pantalla-con el pasable comediante negro Chris Tucker.

Como lo hizo con gran éxito en «Rush Hour», ahora tiene que soportarlo también en la esperada secuela, un sólido pasatiempo que, igual que el original, no logra potenciar el calidoscópico talento del único comediante capaz de llevar a cabo las más peligrosas proezas kamikaze en nombre del arte (al menos, desde los tiempos remotos de su ídolo Buster Keaton).

Copia

Es decir, que de nuevo el director Brett Ratner copió impiadosamente algunos de los mejores momentos de riesgo, superacción y comicidad de los grandes clásicos hongkoneses de Chan, sólo para volverlos más sintéticos, repetidos y menos imaginativos que en sus versiones originales. Lo que no significa que para quienes no tuvieron acceso a esas películas, que en alguna época lejana inundaban los cines de la calle Lavalle -y ahora se consiguen en video o, en el mejor de los casos, en DVD-, la escena de lucha en bata de toalla o el vértigo de la rutina de las cañas de bambú como único resguardo de una caída desde un rascacielos -«no te preocupes, las cañas son muy resistentes»- pueden convertir a «Rush Hour 2» en la experiencia cinematográfica más intensa y divertida de este año.

Pero si dejamos de lado este espejismo provocado por las deficiencias de la distribución del mejor cine de Hong Kong, la verdad es que es imposible dejar de notar cómo cada chiste de Chris Tucker nos quita otra proeza de Jackie.

Siendo un poco optimista, hasta se podría decir que por suerte esta vez los dos protagonistas interactúan mejor que en el primer film, y que los escenarios de Hong Kong -y también Las Vegas-ayudan a mejorar las cosas.

Si a esto le sumamos una buena banda de sonido (
Lalo Schifrin incluido) y un reparto con gente como Harus Yulin, John Lone, Saul Rubinek y, sobre todo, la beldad de «El tigre y el dragón», Zhang Ziyi, no queda más remedio que asumir la realidad: Jackie Chang debe aceptar las condiciones de Hollywood, y «Rush Hour 2», con todas sus deficiencias, es una montaña rusa que ningún fan de la acción y el humor puede pasar por alto.


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